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Comenzó la cuenta regresiva para el inicio de la cosecha de trigo y la Argentina se encamina a una “pulseada” histórica entre exportadores y productores del cereal.

Acaban de publicarse los últimos datos oficiales de compras de granos y en el informe puede verse que en la semana finalizada el pasado 12 de octubre los exportadores habían logrado originar trigo 2022/23 por apenas 27.300 toneladas para acumular compras por 5,32 millones, de las cuales 2,20 millones están pendientes de fijación.

La cuestión es que el gobierno nacional se financió este año por medio del adelantamiento de las autorizaciones de embarques de trigo 2022/23 y eso ahora representa un problema enorme porque la campaña argentina de trigo está muy comprometida por desastres climáticos.

Los embarques de trigo 2022/23 registrados hasta el momento suman 8,85 millones de toneladas, lo que implica que los exportadores aún deben originar más de 3,50 millones de toneladas para poder “empalmar” las compras con los embarques comprometidos.

Frente al combo fatal de sequía + heladas tardías, la mayor parte de los productores están reticentes a vender partidas de trigo 2022/23 ante la incertidumbre sobre el rendimiento final por lograr.

Adicionalmente, el grueso de los productores, que en general se encuentran bastante líquidos luego de las ventas masivas de soja realizadas en el marco del régimen del “dólar soja”, no tienen en lo inmediato grandes urgencias financieras.

Una parte de los embarques 2022/23 podría eventualmente cubrirse con stock de trigo 2021/22, pero ciertamente no toda, lo que implica que los exportadores no tienen otra alternativa que estar muy activos en el mercado para originar la escasa producción disponible que habrá en el sector norte de la región pampeana, donde la sequía y las heladas destruyeron buena parte de la cosecha prevista del cereal y podría además dañar eventualmente la calidad de un número significativo de partidas por recolectar.

En ese marco –tal como adelantó Bichos de Campo meses atrás– en la actual coyuntura el precio del trigo 2022/23 depende de la “pulseada” entre productores y exportadores, fenómeno que se extenderá hasta que los traders logren completar los embarques programados. Una vez finalizada esa etapa, comenzará la “pulseada” del sector productivo con los molinos harineros.