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Los engordadores estimaron que entre costos productivos y financieros, pierden $ 26.800 por cabeza engordada. Los mostradores no repuntan y frenan a toda la cadena de valor ganadera.

La suba en la tasa de interés sigue erosionando el negocio del feedlot, que si bien se mantiene en niveles de encierre más elevados en relación al año pasado, no logra repuntar.

En octubre y de acuerdo a la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), el porcentaje de ocupación se ubicó en 64,7%, apenas por debajo del 66,5% del mes previo. En este punto, la falta de forrajes en los campos a causa de la sequía hace que los ingresos de animales sean similares a los egresos. 

El semáforo en rojo para el engorde a corral es la tasa de interés, que impacta de lleno en los márgenes de rentabilidad. El mes pasado, en plena implementación del “dólar soja”, los feedloteros calcularon que entre costos productivos y financieros, el rojo era de $20.800 por cabeza.

Para octubre, y con una tasa de interés alcista, esta cifra pasó a $26.000 por animal engordado. El dato a tener en cuenta es que esta ecuación sigue en rojo, aun pese al retroceso en la cotización del animal liviano. 

EL PRECIO DE LA HACIENDA DE CONSUMO ESTÁ FRENADO

A estos factores, se debe agregar que el valor del gordo continúa estancado en las pasarelas de Cañuelas. La erosión del poder adquisitivo del salario se nota en los mostradores y representa un freno a la hora de poner precio a novillitos y vaquillonas

El Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) analizó este panorama. “Este escenario deriva en mayor presión bajista sobre los precios de la hacienda gorda que se absorbe en el mercado local”, señalaron. De esta manera, en 2022 acumularon caídas superiores al 20%, versus una tasa de inflación que trepa al 53% en los primeros nueve meses del año, según proyectaron desde la entidad.

De esta manera, y con una demanda muy golpeada en su poder de compra, aumenta la disponibilidad de animales. “Se encuentra en estos momentos un nivel de oferta de hacienda que resulta
atípica para esta época del año, ante la fuerte seca que presentan los campos”, detallaron los rosarinos.

LA FALTA DE AGUA DEMORA LAS RECRÍAS

Fernando Storni, presidente de la CAF, explicó que que los animales que salen en estos días de los corrales corresponden a los encierres de mayo y junio. “Si bien cayó la hacienda en los corrales, fue menor a lo esperado”, señaló ante una consulta de Infocampo.

En este contexto, hay un porcentaje del ganado encerrado en feedlots que tendría que haber vuelto a los campos, situación que se frenó por la falta de lluvias. “Imaginábamos que esta situación ya se tendría que haber dado, pero porque se prolongó la seca”, afirmó. 

Queda por ver si en la recta final del año, con el Mundial de Qatar a la vuelta de la esquina y las fiestas navideñas, el bolsillo del consumidor podrá permitirse llenar la parrilla. Con un incremento en la presión de la demanda en los mostradores, podría activarse el precio del consumo en Cañuelas y derramar hacia el resto de la cadena.