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Desde la agroindustria aseguran que siguen las conversaciones con el Gobierno por cuestiones técnicas. Los productores alertan que el precio pagado no seduce.

El mercado sojero sigue paralizado pese al decreto publicado este martes en el Boletín Oficial que reglamentaba el dólar soja. «Está planchado», le dijeron a Clarín fuentes del sector. 

Este martes, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución 115/2023 que reglamenta el tercer Programa de Incremento Exportador (PIE), establecido mediante el decreto 194/2023.

Allí se aclaró ante la incertidumbre de los productores que el dólar soja no regirá para las ventas de fertilizantes, semillas y otros insumos con canje bajo realizadas con anterioridad a la entrada en vigencia del decreto. Y tampoco están alcanzados aquellos sujetos que no estén adheridos al programa, sea para operaciones como pago de alquileres de campo, compra de pellets o harina para consumo animal, procesamiento para alimentos balanceados, o cualquier otro tipo de operación.

Pero pese a que salió la «letra chica», el mercado sojero está paralizado. El lunes se negociaron unas 67.000 toneladas en total, según el Sio Granos, y el 90% fue sin precio. Y a esto, se le sumaron unas 4.000 toneladas con fijaciones de precio de contratos que se habían hecho con anterioridad.

Este martes, según el mismo monitor oficial, hasta el cierre de la edición se llevaban comercializadas apenas 20.000 toneladas. El primer negocio se dio en Bahía Blanca, donde la empresa ADM compró a $105.000 la tonelada después de las 13 horas. Luego, la exportadora registró otra operación, pero a $ 100.000.

Estas cifras están muy lejos de las 1.1 millones de toneladas que se habían comercializadas en los dos primeros dos días del dólar soja 2, y más lejos aún de las 1,5 millones de toneladas del dólar soja 1 del mismo período.

Desde la exportación advierten que todavía siguen las conversaciones con el Gobierno. Según puso averiguar Clarín, se está esperando una reglamentación del Banco Central para que las agroexportadores puedan acceder al tipo de cambio diferencial.

El precio ofrecido hasta el momento no seduce a los productores, que en muchos casos, deberán afrontar quebrantos por la sequía. Hace dos semanas atrás, se pagaba entre $75.000 y $85.000 la tonelada de soja en Rosario, con picos de $90.000, a un tipo de cambio de $210 (Banco Nación). Y ahora, con un dólar a $300, la oferta varía en $100.000 a $105.000.

«Pagando entre 90.000 a 95.000, la industria le queda un margen de 15 a 20 dólares. Están cómodos pagando eso. Si pagan más, se les cae el margen», aseguró un operador consultado por Clarín.

Asimismo, todavía se aguarda que el Gobierno aclare cuáles serán las economías alcanzadas por el dólar agro (mismo tipo de cambio que la soja, a 300 pesos). Según había adelantado Juan José Bahillo, el secretario de Agricultura, entraban más de 30 economías regionales que tenías que cumplir ciertos requisitos: las empresas tienen que cumplir con las condiciones de «elegibilidad». en base a criterios dados por el Ministerio de Economia para garantizar abastecimiento y precio con el objetivo de que no impacte en los índices de inflación.

Mientras tanto, el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) hizo elevar los precios de la soja ante un nuevo recorte de la cosecha sojera en Argentino: 27 millones de toneladas. Ahora, se acerca más a las estimaciones privadas locales.

Protesta

Una delegación de dirigentes y socios de la Federación Agraria Argentina (FAA) llegó esta mañana a la ciudad de Buenos Aires para llevar personalmente a los decisores políticos una lista de demandas urgentes que sirvan para aliviar la delicada situación de los productores agropecuarios damnificados por la peor sequía ocurrida en décadas.

La recorrida comenzó pasadas las 10, cuando llegaron a la Secretaría de Agricultura de la Nación para dejar un petitorio, donde conversaron con el titular de la cartera, Juan José Bahillo. Luego se dirigieron al Congreso donde mantuvieron varias reuniones con diputados y senadores nacionales.