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La exportación de grano sin procesar propuso el mejor valor en Rosario, mientras que las fábricas ofrecieron 72.500 pesos, dato este último que se ubicó un 41,1% arriba de los $51.367 vigentes el jueves pasado

El Gobierno fijó un tipo de cambio a $200 para impulsar las ventas de la oleaginosa por parte de los productores
El Gobierno fijó un tipo de cambio a $200 para impulsar las ventas de la oleaginosa por parte de los productores

Tras la decisión del Gobierno de fijar en 200 pesos la paridad con el dólar para la liquidación de soja durante septiembre, las ofertas abiertas de las fábricas treparon a 72.500 pesos por tonelada de la oleaginosa con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario, un 41,1% arriba de los 51.367 vigentes el jueves pasado. Un paso más allá fueron los exportadores del grano sin procesar, que propusieron hasta 73.000 pesos por tonelada.

“El mercado pasó de la etapa del estudio entre compradores y vendedores, con sondeos extraoficiales en torno de los 70.000 pesos, a un frenesí por anotar ventas y cerrar fijaciones, lo que prolongó la jornada hasta horarios a los que nos habíamos desacostumbrados a seguir delante de las pantallas y con los teléfonos estallados de mensajes desde los dos extremos de la cadena”, contó a LA NACION desde Rosario una fuente del sector comercial que reconoció sentirse “fuera de ritmo”, frente a tanto movimiento.

Cabe agregar que a medida que los compradores fueron obteniendo los volúmenes esperados, en medio de una afluencia importante de mercadería, comenzaron a ajustar sus propuestas y al término de la jornada los niveles manejados por los operadores oscilaron de 71.500 a 70.000 pesos.

Con operaciones que pasadas las 19 se seguían agregando en el portal oficial SioGranos, las fuentes consultadas, tanto del lado de la exportación como del Gobierno, estimaron el volumen de soja comercializado en torno del millón de toneladas –operaciones a remitir y fijaciones–, un dato que volvió intrascendentes las 42.592 toneladas comercializadas el jueves pasado.

Los primeros pasos del día los dio una firma exportadora en los puertos marítimos del sur de Buenos Aires, con una oferta de 70.000 pesos por soja con entrega durante esta semana, que encontró vendedores interesados en Bahía Blanca. Luego, cuando desde Rosario llegaron las noticias de precios más elevados, ese primer valor creció hasta los 72.500 por toneladas para no resignar el interés de los tenedores de los granos. En Necochea la oleaginosa se cotizó hasta los 72.000 pesos. En ambas terminales la semana anterior se cerró el jueves en 51.367 pesos, equivalentes a 370 dólares, por una paridad de 138,83 pesos.

Para Adrián Seltzer, operador de la corredora Granar SA, hoy la urgencia dominó el mercado, tanto la de “los vendedores, que se mostraron ansiosos por tener la chance de vender soja bajo el régimen especial, que en la práctica –y más allá de todas las observaciones que se le puedan hacer a esta medida– implicó negociar la soja sin retenciones, como la de los compradores que tienen un compromiso con el Estado para liquidar exportaciones. Todo eso hizo que a pesar de no tener todo tan claro se dieran precios y se concretaran operaciones”.

En el Matba Rofex la posición septiembre, cerró con un ajuste de 360 dólares por tonelada, equivalentes a 72.000 pesos. Dicho valor en dólares implicó una caída desde los 380 dólares vigentes el jueves pasado. Fuera del régimen especial oficializado ayer, los contratos noviembre y mayo subieron US$6,40 y 7,60, mientras que sus ajustes resultaron de 385,90 y de 367 dólares por tonelada.

Hoy el mercado careció de la usual referencia de las pizarras de Chicago, inactivas por el feriado en Estados Unidos, donde se celebró el Día del Trabajo. “El hecho de no haber contado con la reacción del mercado estadounidense al incremento de las ventas en la Argentina, líder del mercado de exportación de harina y de aceite de soja, mantuvo a los compradores con cierta cautela, por la previsión de una eventual caída del mercado externo mañana”, dijo Seltzer.

Y agregó: “La lógica hace pensar que si hay una mayor disponibilidad de materia prima para procesar en las aceiteras argentinas y éstas, a su vez, están obligadas a vender en el exterior y traer dólares, es probable que los precios internacionales, al menos en un primer momento, cedan mañana en Chicago”.