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En los primeros ocho meses de 2022 las empresas agroindustriales argentinas liquidaron la suma de 25.696 millones dólares, una cifra 10,6% superior a la registrada en el mismo período de 2021.

En lo que respecta a las agrodivisas ingresadas en agosto pasado, sumaron 3387 millones de dólares, una cifra 11,0% mayor a la registrada en el mismo mes de 2021 y la más elevada de la historia argentina para ese mes, según datos informados por Ciara-CEC.

La mayor parte del fenómeno se explica por los elevados precios internacionales de los commodities agrícolas, dado que, si bien los embarques argentinos de maíz siguieron firmes durante el mes pasado, los de productos del complejo sojero comenzaron a descender en una tendencia que podría profundizarse en el presente mes de septiembre.

Las dificultades para originar partidas de soja por parte de la demanda, según señaló Ciara-CEC, “profundizo la capacidad ociosa de la industria de molienda de soja, que sigue trabajando con márgenes negativos aun en plena campaña gruesa y que está llevando a aplicar ceses de líneas de producción”.

“Recordemos que el total de las divisas ingresadas mensualmente quedan en poder del Banco Central (BCRA), que entregan pesos, al tipo de cambio de oficial, a los exportadores para poder realizar las operaciones de compra y venta de granos en el mercado nacional”, añadió.

La liquidación de agrodivisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.

La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate.