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La referente analiza los recursos que se destinan para la investigación en Argentina. Además, detalla la “frustración” que siente porque aún no se liberó la tecnología que confiere tolerancia a sequía.

Raquel Chan, la investigadora que desarrolló el trigo transgénico: “Sin ciencia, un país no sale adelante”

Raquel Chan llega al Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), que dirige desde el 2008, cerca de las 10:30 hs. Según explicó, es habitué que llegue a ese horario o más tarde porque primero se dedica a sus tareas personales y  luego ya se mete de lleno en lo que lo apasiona hasta entrada la noche. Play VideoRaquel Chan, la investigadora que desarrolló el trigo transgénico: «Sin ciencia, un país no sale adelante»

Chan es bioquímica, recibida en Israel, en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Más tarde obtuvo un doctorado en la Universidad de Rosario y luego un postdoctorado en el Instituto de Biología Molecular de las Plantas de la Universidad Louis Pasteur, en Estrasburgo, Francia.

En 1993 regresó a la Argentina para ingresar a la carrera de investigador del CONICET y comenzó a desempeñarse como docente en la Universidad Nacional de Rosario. En 1999 se mudó a Santa Fe para ser profesora titular en la Universidad Nacional del Litoral e investigadora principal de Conicet.

Chan fundamentalmente se dedica a investigar y trabajar temas relacionado a la respuesta de las plantas al medio ambiente. Y fue allí donde se enfocó en el estudio del girasol, cultivo que le daría su mayor descubrimiento hasta el momento.
Invernadero en en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral.

Invernadero en en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral.

Son varios las investigaciones en el IAL pero particularmente su grupo de investigación se destacó por tres logros tecnológicos que han llegado a interés agronómico: el más conocido es el descubrimiento del gen HB4, que proviene del girasol, que le confiere tolerancia a sequía al trigo y a la soja.

Pero también se destacan otros descubrimientos que vienen más atrasados, como el gen HB11, que también que viene del girasol, para maíz, arroz y soja, que le da tolerancia a anegamientos y defoliación, y otro gen menos famoso, que es el más retrasado, es Wkky 2. Además, están haciendo edición génica en arroz para obtener plantas editadas con tolerancia a salinidad.

Sin embargo, también se ocupa de otras cuestiones que tienen que ver con la gestión del Instituto, algo que para ella «le lleva mucho tiempo y le quita tiempo para investigar». Así es que una pausa en la entrevista con Clarin Rural y atiede a uno de los investigadores. Además, de paso, llevó tres cajas de cartón del primer piso a planta baja en una especie de rampa que está situada en el medio de la estructura, negando tida ayuda alguna. Raquel Chan en el invernadero del IAL.

Raquel Chan en el invernadero del IAL.

-¿Cuál es la situación del desarrollo HB4 tanto en trigo como en soja?

Cualquier planta que haya sido modificada y por técnicas de ingeniería genética, tanto en Argentina como en otros países, deben pasar por procesos regulatorios que consta de tres etapas. En este caso, la planta de trigo y soja recibió un gen adicional que viene del girasol.

La primera etapa está a cargo de la Conabia, que depende de Ministerio ade Agricultura, que verifica a a través de estudios de ensayos que tiene que presentar el que quiere sembrar ese tipo de cultivos que no se produzca ningún tipo de daño ambiental, siempre comparando con el mismo cultivo sin transformar.  Esto se aprobó en 2015 para soja y en 2016 para trigo.

Después pasa por la aprobación del Senasa, que se determina si el desarrollo no genera daño sobre la salud humana o animal. Donde realiza ensayos que normalmente son tercerizados, con animales de laboratorio qué son alimentados con estas plantas en paralelo con animales que son alimentados con plantas que no fueron modificadas. Todo esto demostró que no hay variaciones en la alimentación del animal por haberle puesto este gen de  girasol y si lo pensamos tiene cierta lógica porque el girasol forma parte de la alimentación cientos de años. Esto se aprobó también en los mismos años.

Pero queda un paso más. En tercer lugar, debe ser aprobado por la Oficina del Mercado, que también depende del Ministerio de Agricultura, que determina que algo sea puede afectar la economía nacional. Sí China no aprueba la soja con el gen resistente a sequía, que es nuestro principal mercado, no se puede vender. Y en el caso del trigo, Brasil lo debe autorizar, cosa que todavía no lo hicieron.

-¿Y qué sensaciones tiene con este desarrollo que todavía no fue liberado?

Esta investigación es pionera pero atrás de esta vienen otras. Nosotros tenemos un caudal de investigadores muy buenos en el país, no solamente en Instituto, sino en varios partes de Argentina. Muchos de ellos vienen atrás de nuestro grupo con otro tipo de desarrollo, Esto es como paradigmático, si esto no llega al mercado, sería una frustración, para mí personal, para Bioceres, económica, y para otros investigadores, es “no sigamos, no vale la pena, con esto no vamos a salir par adelante». Es simbólico, mas allá del beneficio que podría ser para Bioceres o para mi grupo en particular. Es un ejemplo de que Argentina puede hacerlo, con buena inversión, con buenos investigadores, con la educación que tenemos, y que podemos estar al nivel de una multinacional con infinitamente más fondos y recursos para el desarrollo de este tipo.

Es desestimulante. Sino, sigo haciendo ciencia básica y que lo desarrollen otros. Yo publico esos trabajo y lo pueden tomar otros a nivel mundial.
Cultivo de tejidos de células vegetales in vitro.

Cultivo de tejidos de células vegetales in vitro.

-¿Por qué cree que parte de la sociedad en el mundo le tiene «miedo» a los transgénicos?

Creo que está sobreestimado el grupo que sí le tiene miedo o, no sé si miedo, pero que está contra esta tecnología. En esos grupos que son de lo más variados, existe una fantasía de que lo transgénico es lo contrario a lo natural y la realidad es que nada de lo que consumimos hoy es lo que había en la naturaleza. Los cultivos han sido modificados por cruza y selección por siglos. La transgénesis viene a acelerar el mejoramiento con técnicas más modernas de Ingeniería Genética.

A modo de ejemplo, el brócoli o la coliflor no existían en la naturaleza, son derivados por mutaciones de una planta, bastante fea por cierto, que se llama brassica. El maíz tampoco existía en la naturaleza, es un derivado por mutaciones del teocinte, cuyo fruto es bien menos atractivo que un choclo actual.

Existen otros grupos que están en contra porque asocian transgénico con uso de herbicidas, ya que muchos de los transgénicos aprobados para comercialización (soja, algodón, etc.). justamente tienen una mejora que los hace resistentes a herbicidas. El problema está que cuando la resistencia al herbicida se produce por una mutación natural a nadie parece importarle. el arroz con resistencia a Imidazolina que se siembra en Argentina se obtuvo por mutaciones. No es trasngénico pero sí es resistente a herbicidas. Todo lo cual demuestra que se tiene un gran desconocimiento de todo pero como en nuestro país opinamos de todo sin saber, esto no escapa a la regla.

​-¿Cuál cree que es el rol de la ciencia en la actualidad?

La ciencia demostró el año pasado que superó a la industria de lejos. Se desarrollaron vacunas mucho antes de que se pudiesen producir a escalar. Las vacunas contra el covid dieron esa clara demostración. En tres meses había 20 desarrollos en el mundo. Acá se quedó atrás la industria.

Sin ciencia, un país no sale adelante. La inversión en investigación viene mejorando. Cuando volví del exterior en 1992, conseguir un peso para trabajar era imposible. En 2021, después de 30 años, existen concursos públicos, ha aumentado el financiamiento, hay carreras, hay becas, pero se pueden hacer mejor las cosas y debemos ir a un camino mejor.

Miro mucho los modelos que tienen otros países, sobre todo  las conferencias de Fernando Stefanni, que estudia los números de la ciencia y desarrollo en el mundo. Hay países que lograron aumentar mucho el ingreso per cápita y la inversión en ciencia, casi en paralelo. Países como Noruega, Israel, Corea, tienen inversiones que llegan al 5% del PBi y nos llegó a en un solo día. La ciencia va acoplada al bienestar social, no está claro en mucha gente pero es así.

Cada país elige dos o tres temas fundametales para su desarrollo e invierte en ciencia y tecnología. Se necesitan elegir temáticas relacionadas a la economía y desarrollo de cada país. Somos potencia en agricultura y ganadería. Hay que pensar que es la prioridad del país.Plantas de Arabidopsis (modelo de estudio) creciendo en cámara de cultivo de condiciones controladas.

Plantas de Arabidopsis (modelo de estudio) creciendo en cámara de cultivo de condiciones controladas.

-¿Cuál es el rol de la mujer en la rama de la investigación y cómo se fue transformando en el último tiempo?

El sector agro responde a lo que es la sociedad  pero en este sector de investigación hemos sido bastante privilegiadas con respecto a otros sectores. Hace 50 años las mujeres eran amas de casa o maestras, pocas llegaban a la educación universitaria. Por suerte, los tiempos han ido cambiando, son procesos lentos, en el cual las mujeres vamos ganando espacio que estaban reservadas solo los hombres en distintas áreas. 

En cada cosa siempre tienen que estar los mejores, no importa si es hombre o mujer y los otros géneros que existe. Hemos logrado la igualdad en Argentina.Laboratorio del IAL.

Laboratorio del IAL.

-¿Le costó más escalar posiciones por ser mujer y llegar a los cargos más altos?

No me costó más… Es verdad que hay pocas mujeres en los estamentos superiores. Pero creo que responde a una cuestión social: hay menos mujeres que empezaron hace 30 años y le dedicaron más tiempo a sus carreras. Yo tengo dos hijos, no es que los abandoné, pero si sacrifiqué cosas y me costó el doble llegar que a otra persona. En los años que viene habrá mucho más mujeres en 20 años en puestos jerárquicos. Las jóvenes de hoy tienen otra cabeza, otra filosofía, piensan de otra forma y va a desarrollar sus carreras, porque tiene menor peso social o les importa menos. No quiere decir que no sean madres,  las tareas están más repartidas. Hay Investigadores de nuestros grupos que salen corriendo a buscar a los chicos al colegio, que hace 30 años atrás no pasaba