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En los últimos meses se deterioró la situación de rentabilidad de los tambos

Hay variables clave para observar en el negocio
Hay variables clave para observar en el negocio

Durante junio de 2022, el productor lechero recibió en promedio, a nivel nacional, un precio de 47,8$/l, equivalentes a 0,37US$/litro, el más alto en dólares oficiales de los últimos seis años. Sin embargo, este precio fue un 0,3% menor que el del mes de mayo del 2022 y un 6,7% menor que el de junio de 2021 en términos de pesos constantes.

Si a esta situación se le suma el aumento de costos que se viene dando a lo largo de todo el primer semestre, la ecuación de rentabilidad se ha deteriorado en los últimos meses. Se espera que los precios actuales no generen una situación positiva para el productor, y que muy probablemente el alto valor en dólares esté distorsionado por el retraso cambiario.

Más allá del análisis puntual de precios realizado para este momento, los productores deben conocer cuáles son las principales variables que influyen en el mercado lácteo para anticiparse a sus movimientos y tratar de aumentar el poder de venta de su producto. En general, el precio que se paga al productor primario es muy sensible a lo que ocurre con la oferta y demanda de materia prima.

La oferta está conformada por la producción de leche cruda de los productores primarios, más las existencias en poder de la industria. Se sabe que aumentos o disminuciones de la oferta de leche fluida generan una presión a la baja o a la suba en el precio al productor. Un ejemplo de esta situación fue la que se dio en el segundo trimestre de 2016, cuando la producción cayó 16,1% respecto al mismo período del 2015, mientras que el precio pagado al productor aumentó un 42,6% comparando junio de 2016 contra marzo de ese mismo año.

En la Argentina, la producción de leche durante los primeros seis meses del 2022 fue 1% superior al mismo período del 2021. Además, por nuestros sistemas de producción, que tienen un fuerte componente de pasto en las dietas, sumado a las pariciones que se dieron en otoño, entramos en el un período donde la oferta de leche comienza a aumentar. De acuerdo a lo dicho más arriba, habría que esperar, en los próximos meses, que el precio pagado al productor pierda frente a la inflación.

Variables

Al analizar la demanda, lo primero que se debe conocer es cómo es la comercialización de productos lácteos de la Argentina. La primera gran división es entre mercado externo y mercado interno.

El sector lácteo argentino comenzó a tomar importancia en el mercado internacional a comienzos de la década de 2000 y hoy es el sexto exportador de productos lácteos en el nivel mundial.

Históricamente, siempre se dijo que el mercado internacional demandaba el 20% de la producción, aunque durante 2021, debido a los buenos precios internacionales y la mejora en la producción que hubo en la Argentina, este mercado alcanzó casi el 24,4%.

También es muy importante conocer qué productos exportamos y su relación con el precio pagado al productor. Cuantos más productos con valor agregado se incluyan en los embarques, mejor precio va a recibir el productor.

Durante los últimos dos años, la participación de las leches en polvo sobre el total exportado fue del 52%, mientras que la de los quesos fue 22% y de otros productos lácteos, del 26%. Solamente durante el periodo 2016-2019, la participación de leches en polvo en las exportaciones fue menor al 50%; esto significó que, en términos comparativos, los productos exportados fueron de mayor valor agregado en ese período en comparación con el actual.

Tendencia

Los productores lecheros que venden a industrias cuyo principal destino de comercialización es el mercado externo deben seguir este indicador, como así también el precio de los productos lácteos en el mercado internacional.

Por ejemplo, durante el julio de este año los commodities lácteos experimentaron una caída de cotizaciones en el nivel mundial. Si se toma como referencia la leche en polvo entera, que configura el 37% de las exportaciones, se observa que tuvo una caída del 7% en comparación con el mes de junio. Esta información marcaría un escenario negativo para el precio por pagar al productor.

En 2021, el restante 75,6% de la leche tuvo como destino el mercado interno y en su gran mayoría (94%) el principal canal de comercialización fue la venta minorista. Analizar qué está pasando con el salario y con el consumo en el país es importante para poder comprender el comportamiento del precio pagado al productor.

Otras cuestiones importantes a la hora de entender la demanda interna, es ver qué productos comercializa la usina a la que se le entrega la leche. Si es una industria que vende postres lácteos, la situación va a ser muy distinta a la de otro productor vinculado a una pyme que produce quesos.

Los salarios tienen una íntima relación con lo que los consumidores pueden comprar en el supermercado o en el almacén. Una caída en términos reales de aquéllos afectará principalmente a la empresa que vende postres, debido a que es un bien destinado a un público de alto poder adquisitivo. Esto seguramente reducirá la capacidad de pago al productor de esa industria.

Las descriptas son algunas de las variables que como productores podemos comenzar a observar para poder generar un precio más competitivo. Desde hace ya siete años, el sector cuenta con un volumen de datos interesante, primero con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y luego con la creación del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, que permiten ganar poder a la hora de negociar un precio.

Además de informarse, existen otras estrategias que hoy muchos productores ya están utilizando para lograr un mejor precio, como pueden ser la venta asociativa de leche para lograr mayor volumen o producir leche con un mayor contenido sólidos para mejorar su composición. Hay mucho camino por recorrer con relación a la comercialización y a la transparencia del mercado de la leche, pero ya se comienzan a ver ejemplos positivos en varias de las cuencas del país.