Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el volumen de las ventas al exterior se reducirá de 15 a 12 millones de toneladas
Por los efectos de la sequía en la región agrícola núcleo, que ocasionará una merma en la cosecha, las exportaciones de trigo 2022/2023 caerán en US$525,9 millones. En rigor, pasarán de los US$4537,4 millones en 2021/2022 a US$4011,5 millones. Así surge de un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que detalló cómo se llegará a esa merma.
De acuerdo a la entidad, que prevé una reducción en la cosecha de 23 millones de toneladas el año pasado a 17,7 millones de toneladas en el ciclo actual, como consecuencia de rindes promedio que por la falta de lluvias bajarán de 35 a 31 quintales por hectárea, las ventas al exterior se reducirán con una menor producción de 15 a 12 millones de toneladas.
La BCR ya había reducido para la Argentina de 6,9 millones de hectáreas el año pasado a 5,9 millones de hectáreas la siembra de trigo. Un millón de hectáreas menos. En tanto, por diferentes pérdidas el área cosechada finalmente terminaría siendo de 5,7 millones de hectáreas.
La Niña, que ocasiona lluvias por debajo de lo normal, está afectando por tercer año consecutivo a la producción agrícola. Más del 70% de los suelos en la zona núcleo se encuentran bajo sequía mientas en las últimas semanas se dio inclusive un “quiebre” en el trigo, ya que subió 15% la cantidad de lotes regulares y malos.
Además, se sumó el golpe de una dura helada de la semana pasada. “El efecto de la helada fue en contraposición a lo ocurrido en la semana anterior, en donde hubo días de altas temperaturas que alcanzaron los 30 grados”, advirtieron en la entidad.
De acuerdo a la Bolsa rosarina, desde fines de agosto y principio del actual el trigo sembrado en mayo último viene atravesando una etapa crítica para la definición del rendimiento. En ese contexto, la escasez de precipitaciones complica al cultivo.
En Córdoba son necesarios entre 120 y 140 mm y en el resto de la zona agrícola se requieren entre 100 y 120 mm. Los pronósticos no son alentadores para llegar a esa marca porque se prevén precipitaciones inferiores a las normales para el trimestre septiembre/ noviembre.
“Todo parecería indicar que la nueva cosecha será un cultivo con daño en su rendimiento, lo que hará que los precios reaccionen de manera alcista, y a esto se le suma la situación referente a la segunda fertilización del trigo [por las dificultades para la aplicación ante el escenario seco]”, indicaron y agregaron: “Este aspecto afecta directamente al cereal”.
Para la entidad, con este escenario y ante el aumento de los costos del cultivo “es probable que los productores disminuyan el uso de insumos, principalmente fertilizantes, ya que estos además han encarecido su valor y presionan al alza los precios del grano”.
Para el trigo, el fertilizante es importante para completar la refertilización, pero la falta de agua dificulta esta estrategia.
En tanto, la BCR analizó cómo viene el ritmo de comercialización para la campaña 2022/23 del cereal. Al respecto, señaló que “las compras de trigo 2022/23 se estancaron respecto a la campaña 21/22″.
“Al 31 de agosto, los datos arrojan un valor de compras internas y DJVE por 5,23 millones de toneladas, frente a las 6,03 millones de toneladas exhibidas en el ciclo anterior”, indicó el reporte de la Bolsa rosarina.