Con un tercera Niña consecutiva, el déficit hídrico empeora la condición del cultivo. Ahora se juega la segunda fertilización del cereal.
Sequía. Trigo en San José de la Esquina.
El clima es hoy el tema central de la campaña de trigo en la zona núcleo por la escasez de precipitaciones que ya afecta a gran parte de los cultivos. «El pronóstico es que se mantengan las condiciones Niña con un 62% de probabilidad durante el trimestre agosto-septiembre-octubre de 2022. Las oscilaciones del Pacífico (ENSO) apuntan a que las lluvias se mantendrían por debajo de la media en gran parte del centro y norte argentino durante la fase crítica de desarrollo del cultivo de trigo», aseguró la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Según el reporte semanal de la GEA, el sureste de la zona núcleo está relativamente más favorecido en términos de oferta de agua mientras que en la franja central, los cuadros regulares y malos de trigo superan el 50%. «La zona extremadamente seca es el extremo sur de Santa Fe, extremo norte de Buenos Aires y este de Córdoba. En áreas que recibieron de 10 a 20 mm hace ya más de 10 días, el agua empieza a retroceder. El escenario se vuelve más exigente, temperaturas casi de verano y requerimientos más altos por el cultivo que empieza a encañar», explicó la GEA. Además, en algunos lotes la situación es alarmante, porque «al acumularse tres años consecutivos con lluvias decepcionantes, las napas no compensan la falta de lluvia, como puede suceder en otros años», agregaron desde la BCR. Actualmente empieza el crecimiento exponencial del trigo y la cantidad de agua caída no es suficiente para su desarrollo final.
Respecto a la fenología del trigo en la zona núcleo, GEA indicó que el 78% de la cosecha está en pleno macollaje, un 5% está iniciando el macollaje, el 15% está en la etapa de encañazón, y sólo un 2% en foliación.
Proyección internacional
Considerando la contribución que hace el trigo argentino al abastecimiento mundial, es interesante analizar cuáles son las expectativas del mercado global en lo referido al comercio internacional de trigo en el nuevo ciclo. A nivel general, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) descuenta un incremento moderado de las exportaciones mundiales, en el orden del 3%, alcanzando los 208,65 millones de toneladas.
Según datos del organismo, y teniendo en cuenta que en sus estimaciones considera las exportaciones de trigo en grano y harina de trigo, Rusia liderará los embarques con un incremento interanual del 21% en sus toneladas exportadas durante el ciclo comercial 2022/23. Canadá, por su parte, registraría ventas externas para la nueva campaña un 74% por encima del ciclo precedente, gracias a la recomposición de su oferta. De acuerdo con la BCR, el mercado también espera con entusiasmo el avance en las exportaciones de la Unión Europa que alcanzarían un crecimiento del 5,5%, pese a los efectos adversos del clima tanto en Francia como en Alemania, en tanto que Estados Unidos aportaría un 3% más que el año anterior. Del lado opuesto, Australia e India, verán reducidos sus saldos exportables en 9% y 19%, respectivamente, mientras que las exportaciones de Ucrania caerían casi a la mitad que las del ciclo actual, como consecuencia directa de la guerra con Rusia.
Tomando el caso de Argentina, el USDA descuenta actualmente una caída en la producción de trigo de 1 M ha para el nuevo ciclo, con lo que las exportaciones de trigo caerían un 21% respecto de la campaña 2021/22 (incluyendo harina).
En cuanto a los despachos argentinos de trigo en grano, restando apenas el mes en curso y octubre para cerrar formalmente la campaña 2021/22, las exportaciones se ubican a la fecha en un volumen de récord histórico para Argentina. Con embarques por 14,7 millones de toneladas en los primeros 9 meses de campaña, el total exportado entre diciembre y agosto habría alcanzado US$ 4471 millones. Este volumen se ubica, en efecto, un 44% por encima de lo exportado en el mismo período en la campaña 2020/21.