
No basta con tener una producción con márgenes aparentemente rentables para tener éxito a la hora de emprender. Por el contrario, entender cómo funciona el negocio de aquello que se busca producir, comprender el panorama general de las otras economías con las que se relaciona, y contar con una narrativa propia que acompañe al producto resulta mucho más importante.
Esto fue lo que el economista agrícola Miguel Giacinti expuso frente a la Cámara Argentina de Productores de Pecán (Cappecan), considerando que este fruto seco tiene un largo camino de crecimiento por recorrer.
“Es clave entender cómo funciona el negocio. Hay quienes quieren frutos orgánicos, quienes quieren frutos más pequeños, o más grandes, o con determinado sabor. Eso vos tenés que definirlo antes de plantar, tenés que saber qué segmento estás buscando abastecer. Ese es el principio lógico de tu competitividad. Si no sabés a quién le entregas tu producto, el resultado no puede ser uno de alto valor agregado”, explicó Giacinti a Bichos de Campo.
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Y en este camino por conocer al consumidor, es clave también saber cómo funciona la cadena logística y qué otros negocios rodean a esta producción. De acuerdo con el economista, el pecán se rodea de otros frutos secos que actúan como un commodity.
“Eso significa que el precio del pecán no es resultado de la oferta del pecan, sino que es resultado de la oferta de la almendra, de la nuez, de la avellana. Para tener valor agregado, lo que hay que lograr es salir de esa misma bolsa. Ahí la pregunta es, ¿se puede salir? Sí, se puede siempre que elabores una estrategia para no ser un commodity”, señaló el especialista.
En este punto entra en juego algo elemental para Giacinti: el armado de un storytelling o narrativa que sirva para comunicarse con los usuarios.
“Acá y en otros países, muchos te dicen que entraron al pecán porque será la jubilación del día de mañana. Eso es un storytelling. ¿Por qué no usar la narrativa para llegar al consumidor? En el negocio de los frutos secos, el murmullo indica que el pecán tiene cierta actividad, sin embargo todavía no habló. Es hora de que hable. Y aunque no todos usen el mismo idioma ni el mismo concepto, si lo hacen cada uno podrá obtener un mayor precio de retorno por su producto”, afirmó el economista.
A continuación, Giacinti puntualizó en que más allá de los productores individuales, la que debe abrir los ojos en este escenario es la cadena global del pecán.
“Ya hay gente que trabaja con estos conceptos y no solo mira el oleaje sino también las corrientes subterráneas. Ellas son las que te pueden anticipar lo que puede pasar en el mercado en los próximos meses. Y si vos te anticipás, tenés posibilidad de reaccionar”, concluyó.