Las llaves para entender la importancia del correcto diagnóstico de la fertilidad del suelo en un año complicado en lo climático, en las relaciones de precios y en la disponibilidad de nutrientes.
Los balances de nutrientes y materia orgánica de la región pampena son negativos así lo indican los mapas de suelos de INTA 2011 y 2018
En el inicio de la campaña de gruesa y en el ámbito de este tercer año consecutivo Niña, el Ing. Agr. Juan Orcellet, del INTA de Concepción del Uruguay, explica la importancia de contar con un buen análisis de suelo y el diagnóstico correspondiente, para lograr un buen punto de partida de los cultivos.
El especialista, señaló la necesidad de definir a que profundidad se hacen los muestreos, a fin de evaluar el nivel de nutrientes poco móviles o móviles, y a su vez es importante definir la cantidad de muestras para hacer un buen trabajo, porque será el punto de partida para todas nuestras decisiones. “Si partimos de un mal muestreo de suelos las decisiones que tomemos de allí para adelante son todas erróneas”, advirtió.
A medida que avanza el ciclo del cultivo ¿cómo se puede evaluar la disponibilidad de nutrientes y decidir alguna eventual re fertilización? preguntó el Ing. Agr. Federico Rolle que trabajó como moderador de la Agenda AAPRESID, lugar de desarrollo de reunión.
Ing. Agr. Juan Orcellet de INTA Concepción del Uruguay
A media que avance el ciclo fenológico del cultivo, respondió Orcellet, tenemos varias herramientas para evaluar su estado, y por ejemplo, nos podemos centrar en un nutriente que es importante ir suministrando, a medida que avance el ciclo del cultivo. Por ejemplo, el nitrógeno en maíz y sabemos que el contenido de nitratos a la siembra, es solo una foto de inicio, que no dice cuanto de ese nutriente aporta en suelo a medida que el cultivo se desarrolla.
Índices y franjas de suficiencia
Entonces en este punto podemos usar el índice de mineralización, es decir índices que estiman cuánto nitrógeno esta aportando el suelo durante el ciclo, y el más utilizado en región pampeana es NAN (nitrógeno mineralizado en anaerobiosis) y lo tenemos calibrado para varias zonas de la región pampeana. Sin embargo, en algunas zonas como por ejemplo Entre Ríos, ese índice no esta calibrado
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Las re fertilizaciones se pueden ajustar con las franjas de suficiencia
En estas zonas me parece acertado el uso de “franjas de suficiencia” que han sido saturadas con nitrógeno, por ejemplo, con el doble de dosis de la usada por el productor, y que sirve para monitorear el estado nutricional de su cultivo. Y para esto se pueden usar imágenes satelitales que resultan indispensables a la hora de definir una re fertilización y un ajuste.
Ante años como este, con falta de agua y por ende en los que no se conoce el rinde objetivo, el cual puede cambiar si se produce una lluvia, situación ante la cual, las franjas de suficiencia permiten ajustar la fertilización.
¿Cómo podemos hacer para evaluar el agua útil a la siembra? fue otra pregunta de Rolle.
Sabemos que el agua útil puede medir hasta los dos metros profundidad y que es una medida bastante básica que en muchas zonas se puede utilizar. Sin embargo, en la zona donde trabajo, el agua útil no es un buen indicador de la situación del cultivo al final de su ciclo.
El agua útil a la siembra es importante pero no excluyente.
Por ejemplo, el año pasado en el centro este de Entre Ríos partimos con el perfil lleno, y hasta el V6 y V7 el cultivo de maíz venía impecable. Pero en noviembre se cortó la lluvia y los maíces llegaron a rindes de 2500 kg/ha. Por ende, “es importante conocer la humedad a la siembra, pero también lo es el saber que pasa a lo largo del desarrollo del cultivo”.
¿Qué tan cierta es esa cuestión que sostiene que si fertilizamos estamos consumiendo agua? preguntó Rolle.
Algunos nutrientes, como el nitrógeno, llegan a las plantas por flujo masal, es decir con la solución del suelo (con agua) que absorbe el cultivo, y esos nutrientes son agua dependientes y el momento de uso de esos nutrientes puede impactar en el uso del agua. Porque ese rinde depende de la cantidad de agua, pero en verdad, no es lineal, porque por ejemplo en maíz, con una fertilización tardía, podemos tener kilos de maíz sin afectar la eficiencia en el uso del agua.
Pero, por ejemplo, en nuestra zona tenemos déficit de potasio en algunos sectores donde vemos un incremento en la eficiencia en el uso del agua por fertilizar con ese nutriente. Es decir, a misma disponibilidad de agua los lotes fertilizados con potasio incrementan notablemente la eficiencia en el uso del agua. “Con la misma cantidad de agua producimos un 40 % más de grano”, afirmó el experto.
“No todos los nutrientes ni en todos los casos, la fertilización depende del consumo del agua y en los casos que hay esa dependencia, hay herramientas para minimizar ese efecto negativo que aumentar la eficiencia en el uso del agua como el fraccionar dosis y aplicar el nutriente cuando la planta lo necesita. Ello es sincronizar la oferta que le ofrecemos al cultivo con la demanda por parte del mismo”, concluyó.
¿Qué rol tendrá la agricultura de precisión o digital para el manejo con mayor eficiencia de la fertilización? preguntó Rolle.
La agricultura digital sirve para usar mejor los insumos
“Creemos que el manejo por ambientes en la agricultura de precisión es una herramienta para hacer más eficiente el uso de todos los insumos, no solo el de nutrientes sino también de agua, entre otros. Pero antes de ello, debemos dar pasos previos importantes. Y hablamos de separar lotes por calidad, es decir, primero hacer una diferenciación entre de lotes, porque cada empresa tiene lotes de baja y lotes de buena calidad, (por rindes es decir historia, por calidad de suelos por el mapa)”.
“Luego el segundo paso es la agricultura por ambientes, la cual es definir zonas de nuestro lote, de características similares pero que difieren de otras zonas del lote, que son homogéneas pero de diferentes calidades o potencialidades” detalló.
Una vez que tenemos esa diferenciación dentro del lote, podemos ver cual es la variable edáfica, si es que la hay, que nos permite diferenciar ambientes. Si tenemos diferencias de textura, de materia orgánica y ver si esa variabilidad es o no es modificable” planteó Orcellet.
Es decir, si tengo diferencias de potasio en el ambiente, veo que tal vez con una fertilización puedo reducir esa brecha que hay entre ambientes, y así hacer más homogéneo nuestro lote. Pero también hay variables no modificables, como la textura de suelo, y allí se sabe que hay que jugar diferentes partidos porque hay diferentes ambientes. En zonas con más arenas en años como este, debo bajar densidades, bajar la fertilización nitrogenada, en general son ambientes que están bien en fósforo extractable, y tal vez podemos acotar la fertilización con fósforo porque en general se extrajo menos de ese nutriente.
Respecto al estado del balance de nutrientes en la región pampeana, fue otra consulta de Rolle, a la cual el experto respondió que ese balance depende de la situación económica del productor y del agro. Y en la región referida, los balances son negativos como lo muestran los sucesivos mapas de disponibilidad de nutrientes de INTA (2011 y 2018).
En ellos se ve la reducción de materia orgánica y de nutrientes como zinc, fósforo, potasio. “Notros trabajamos con 4 nutrientes en el mejor de los casos y la planta según la especie esta entre los 15 y 17 nutrientes. Obvio que en muchos nutrientes estamos negativos en su balance y en algunos pocos dependiendo de la campaña estamos con algún balance pequeño positivo”.
“En la actualidad tenemos una brecha de rinde en el que la nutrición podría ser partícipe activo para reducir esa brecha y ello fue lo que se consideró en la declaración jurada de la brecha de nutrientes por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Fertilizar y un grupo de profesionales” dijo y aclaró que la fertilización en general define entre el 30 y el 40 % del costo de producción de un cultivo, por ello es clave que el productor haga un buen diagnóstico para reducir esa brecha. Haciendo un buen manejo esa brecha se puede reducir en un 10 a 15%.
Es necesario ver las relaciones entre los precios de los nutrientes y de los granos, y comparar con campañas anteriores y así el productor “se dará cuenta que para algunos cultivos los nutrientes no están tan caros. Ello es clave para decidir dosis económicas”, señaló el especialista.