Qué pasará en el corto y mediano plazo.Hasta cuándo se extenderá la volatilidad.Anticipan grandes cosechas en Sudamérica y EE.UU.
En las últimas semanas, la cotización internacional de la soja experimentó importantes aumentos luego de largas semanas de una caída que parecía imparable. Varios son los factores que impulsaron el alza pero en el mercado persiste la volatilidad.
“Estos movimientos muestran un poco la histeria del mercado. Desde el punto de vista de lo que se llaman fundamentals, es decir, de la estructura productiva y la demanda, parecería que no hay cambios tan significativos: hay alguna pequeña caída en la condición del cultivo en los Estados Unidos y se suben a eso para decir que pronto va a haber recortes en materia de rendimiento y que eso va a impactar en la oferta. Pero hay que tener en claro que entre un año y el otro la producción creció unos 35 millones de toneladas, así que a mí me parece que no es el motivo”, dijo Gustavo López, analista de mercados agrícolas.Gustavo López, titular de Agritrend.
De acuerdo con el especialista, el aumento de los precios de la oleaginosa se debe a una reactivación de la demanda. “China estaba con algunos problemas de índole fiscal y macroeconómico, y ahora está con un mayor ritmo de compras sobre todo a Estados Unidos, donde las operaciones venían muy lentas. Se han dado dos o tres compras importantes en los últimos días que le dieron un poquito más de oxígeno al mercado”, detalló el consultor.
Para Catalina Ferrari, analista de granos, las subas vinieron de la mano de la reaparición de China como comprador de soja a Estados Unidos. “Hacía varios meses que China estaba orientando su demanda principalmente a Brasil y durante el mes de agosto empezó las compras anticipadas de la campaña 24-25, las que generaron subas en el mercado internacional, esto sumado también a pronósticos de falta de precipitaciones en Brasil que podrían llegar a condicionar el comienzo de las siembras de la campaña 24-25 en los principales estados productores donde las labores comienzan a partir del 15 de septiembre”, detalló.
Lo determinante, para López, es el comportamiento de los fondos especulativos que estaban muy vendidos, habían liquidado al ver que la soja no dejaba de caer. Estos actores, tal como explicó el analista para hacerlo comprensible de manera sencilla, “no se rigen por un análisis tan concreto de qué es lo que va a pasar, si está lloviendo o no, si va a subir o si va a bajar la producción, ellos manejan rangos de niveles de precios y llegado un punto dicen: bueno, en este esquema salimos porque nos parece que ya pudimos hacer la diferencia, y cuando baja demasiado entramos porque ya nos parece que va a haber algún tipo de rebote”, indicó .Evolución del precio de la soja en el Mercado de Chicago. Por Catalina Ferrari, consultora Planifica+.
De aquí en más, la evolución de los precios dependerá también de lo que suceda en los cultivos de Sudamérica y de la concreción del proyectado récord en Brasil de 169 millones de toneladas. Por su parte, en Argentina se prevé una buena cosecha para 2025. Por eso, López considera que “si todo sigue bien, nada hace pensar que habrá un cambio significativo” en las cotizaciones.
Si bien el posible retraso de la siembra en Brasil puede presionar al alza de forma temporaria, se anticipa que este año el área de soja en ese país crecerá, proyectándose un salto de producción significativo respecto de los 145 millones de toneladas de grano obtenidos la campaña pasada.
A partir de mediados de septiembre dará inicio la cosecha en Estados Unidos, uno de los factores que presionan a la baja en los precios de la soja, ya que precisamente allí “se estima un récord de cosecha y una recuperación del stock frente a lo que vienen siendo las últimas dos campañas”, indicó Ferrari.Catalina Ferrari, analista de mercado de granos, cotitular de la consultora Planifica+.
Pese al actual repunte de los precios internacionales de la oleaginosa, López advirtió que “sigue habiendo una volatilidad muy grande, con una enorme liquidez”, por eso, los fondos entran y salen del mercado sin problema. “Lo que se ve es un serrucho importante en las cotizaciones, en estos últimos días parecería que está bastante más firme, pero esto puede llegar a cambiar”, advirtió.
«Si Brasil logra sembrar y estamos en pleno ingreso de cosecha a Estados Unidos podría haber, de nuevo, una presión negativa sobre el mercado de la soja pensando en que se estimó una gran oferta tanto de Estados Unidos como Sudamérica», advirtió Ferrari.
El mercado local amortiguó la caída
Las oscilaciones del precio de la oleaginosa en el mercado de Chicago no están siendo copiadas en el mercado local. De esta manera, los descensos en las cotizaciones internacionales fueron amortiguados en Argentina. “En las bajas anteriores, internamente no cayó al ritmo de Chicago, se divorció un poco la cosa”, destacó López.
“Las operaciones de los productores en Argentina siguen relativamente atrasadas y los márgenes no son los mejores para nadie, ni para la exportación ni para la industria”, explicó el analista. “Desde el 1 de enero de 2024 la soja cayó unos 85 a 86 dólares la tonelada en Chicago y recuperó en parte en estas últimas etapas, pero no fue la caída que tuvo el grano en Argentina. Se hablaba de 350 dólares y hoy estás hablando de 300 dólares en el disponibles. Quizás está un poco más deprimido el futuro, en 285 o 288 dólares, pero el impacto de lo que pasó externamente no ha sido directamente proporcional a lo que pasó en forma local”, precisó.
En el mercado local, la demanda es el factor principal que viene sosteniendo los precios internos. “La soja pizarra llegó a los 300 mil pesos por una demanda activa y porque el productor está con poco ritmo de venta o a la expectativa de qué puede llegar a pasar con los precios. Las bajas en el mercado internacional no se reflejaron en igual magnitud en el local, pensando sobre todo en las posiciones disponibles o reflejando lo que es la campaña 23/24”, señaló Ferrari.
En relación al ciclo 24/25, el precio a cosecha, a mayo 2025, se ubica en torno a 285 o 290 dólares por tonelada, por debajo de los 310 a los que supo llegar. “Esto también viene de la mano de una expectativa de incremento de área de soja en Argentina para la nueva campaña en detrimento de del maíz”, dijo la especialista.