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La falta de cultivos en buena parte del país y la concentración de las fechas de cosecha definen la capacidad operativa de cada equipo.

Los contratistas forrajeros encaran una campaña complicada por la falta de cultivos para picar o para hacer heno debido a la situación generada por la escasez de humedad que se impone en varias zonas productivas de nuestro país, y el presidente la Cámara Argentina de los Contratistas Forrajeros (CACF) Luciano Toldo dice que “en la zona centro, el panorama es muy complicado debido a que muy poco y nada se pudo sembrar debido a la seca”.

Para ser más preciso, Toldo aclara que “las alfalfas en estos años secos son las que ayudan un poco a llevar adelante el trabajo, porque toman de la humedad de abajo, es decir de las vertientes, y por ello son las que se pueden estar picando en algunos lotes en el centro del país donde su cultivo es posible”.

En realidad en la mayoría de las zonas donde se produce forraje, se presenta una situación complicada y se precisa aplicar una planificación atípica, pesando en que toda la actividad se concentrará en los maíces de segunda. “Por eso nuestra capacidad operativa va a estar un poco demorada”, dice Toldo.

Luciano Toldo, picador y presidente de la Cámara de los Contratistas Forrajeros: «las alfalfas en estos años secos son las que ayudan un poco a llevar adelante el trabajo»

“En la Argentina los contratistas somos cada vez más profesionales y trabajamos mejor, por ello, cuando se concentra todo en un tiempo mucho más corto, quienes van a sortear mejor los contratiempos generados por esta situación, son los que planifiquen la actividad. En cambio, quienes todos los años van por muchas hectáreas en lugar de buscar la mejor calidad del forraje como pregonamos desde la Cámara, van a estar complicados”.

Quienes precisan hacer 3000 hectáreas por máquina, estarán complicados debido que la combinación del tiempo disponible para trabajar y la capacidad operativa de los equipos no le permitirán cumplir con sus expectativas. En ese aspecto, Luciano Toldo aclara “nosotros desde la Cámara tratamos de hacer siempre docencia porque precisamente el tema pasa por ahí. Siendo más ordenados y panificando precisamente la actividad se evita comprometer el éxito del trabajo como consecuencia de la seca”.

El mismo Luciano se explaya “es necesario entender que una máquina tiene una cierta capacidad operativa, y no debemos pensar que todos los años podemos hacer con ella 3000 hectáreas, cuando en el mundo quienes más hacen en promedio apenas llegan a las 800 hectáreas. Nosotros hacemos 2000 hectáreas por máquina, pero 3000 ya es mucho para una sola temporada, ya sea de primera o de segunda (fecha de siembra). Combinando las dos se puede llegar, pero este año tendremos una sola fecha, lo cual será una complicación”.

Pero esta claro que por una cuestión de costos, hay máquinas que precisan hacer muchas hectáreas y esas este año estarán un tanto complicadas, –con las fechas de trabajo concentradas– los contratistas no se pueden mover de su lugar histórico y no pueden salir a buscar hectáreas a otros lugares, sencillamente porque apenas llegan a hacer las que tienen comprometidas.

Inversiones demoradas

En el aspecto innovaciones la aplicación de telemetría, explica Toldo,  es lo que más avanzó este último tiempo y si bien es cierto que tenemos disponible toda la tecnología mundial que hay en picado de forrajes, no se dispone de la cantidad de maquinaria que se necesita para reposición, y eso hace que nos estemos quedando en el tiempo con nuestra tecnología. Andamos cerca del 5% de reposición de lo que necesitaríamos, lo cual es realmente muy bajo. Es decir, se cambian 50 máquinas por año sobre 1000.

Ello es debido a que, en el mundo, las picadoras se fabrican solo en Alemania y Bélgica, y no hay desarrollos de picadoras en otros lugares. Por ello son totalmente importadas, y con las condiciones de mercado que tenemos en la actualidad en nuestro país se complica en extremo su ingreso, por ende, se dispone de muy poca cantidad de máquinas y ello se nota de muchísimo, dice Toldo.La renovación de equipos y la incorporación de nuevas tecnologías están demoradas, y ello afecta la productividad de los forrajes.

Y ello se dificulta renovar tecnología que ya se utiliza en el país, pero que resulta escasa en este momento. Esta situación se agrava más aún por la falta de herramientas financieras, que había hace un tiempo atrás, pero que ya no estan disponibles. Lo que hay disponible hoy en herramientas financieras es muy riesgosa, porque hablar de una tasa de interés del 70 u 80% anual por más que sea fija y en pesos, resulta muy abultada para plazos largos, y por ende resulta muy difícil de tomar.

Otro punto a tener en cuenta en lo que hace a incorporación de tecnología, son los procesadores de grano, que los picadores están incorporando a sus equipos con nuevas alternativas, pero de nuevo, como todo es importado, el proceso es dificultoso.

En el tema traslado del forraje picado desde el lote al silo, se va produciendo el cambio necesario hacia las nuevas alternativas que ofrece el mercado que son específicas para el forraje, por ejemplo, bateas o carros con piso móvil. Son herramientas que brindan una entrega mucho más homogénea del material a la embolsadora. «En este punto el mercado local ofrece soluciones alternativas que creo que tendrán éxito más allá que su costo es un poco más alto», dice el presidente.

Otra mejora que desde la Cámara de los picadores tienen en vista para avanzar en la tecnología aplicada a la tara de la cosecha de forrajes, es el uso de drones como una solución para que el socio pueda ver los lotes en forma anticipada. Los drones son una forma de leer con la que se ajusta la lectura satelital de los lotes, para tener una información más fina y precisa, comenta Toldo.

Los datos

«Estamos focalizados en la toma de datos referidos a la recolección y conservación de forrajes, la cual es una herramienta extraordinaria que estamos elaborando y que nos va dando magníficos resultados, y que perfeccionamos todos los años. La base de datos con mucha precisión que tendremos en el futuro será un capital importante para casa asociado» afirma Luciano Toldo.

Y para mayor detalle nuestro entrevistado dice “los picadores y desde la Cámara de manera directa con un equipo de profesionales, estamos haciendo un trabajo de precisión creciente en el relevamiento de los datos. Estamos orgullosos porque sabemos que será una herramienta única en el mundo por la riqueza de datos reunidos».

El sustento enriquecedor de este trabajo es la cantidad de asociados que tenemos que es algo poco frecuente en otros lugares del mundo. Tampoco es común que los contratistas estén agrupados y trabajen unidos en la confección de este tipo de registro. Esta base de datos en el futuro será un capital de valor para nuestra cámara, enfatiza Luciano Toldo.