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   “La analogía de la semilla como futuro árbol y fruto es para mí una metáfora del camino a la conciencia de la alimentación y solo enfocar en la semilla no es suficiente, hay que poder enfocar en el alrededor, en las condiciones para que la semilla pueda desarrollarse de la mejor manera”, explica Helena Agüero, creadora de Patagonia Orgánica, emprendimiento dedicado a mermeladas, bombones, tortas galesas, sales con microelementos, tinturas y aceite de rosa mosqueta, y perteneciente al proyecto de la Fundación LEAF (Fundación de Acción Ética por la Tierra) para incentivar modelos de bienestar.

“Con esto quiero decir que el medio tiene mucha importancia en el resultado, y no podemos seguir creyendo que una semilla en el vacío alcanza para crear un desarrollo completo, como no podemos seguir creyendo que una tierra vacía sin sustratos orgánicos sino solo químicos pueda sustentar un alimento real”.

-¿Qué son los alimentos conscientes?

-Es un movimiento que comenzó de la mano del Dr. Gabriel Cousens y su libro llamado Alimentación Consciente. Desde mi punto de vista este fue el gran comienzo de re-entender la alimentación como un proceso vivo en donde la industrialización literalmente mata este “proceso vivo” y nos deja sin alimento en toda su amplitud, y aún más con el uso de químicos que nos dañan el sistema digestivo. Este “vivo” también tiene otro nivel que es el energético-consciente: desde el punto de vista de Cousens un alimento es algo que transporta energía consciente y si está muerto no puede hacerlo, por ende no es un alimento sino una sustancia sin todo su potencial.

-¿Se trata entonces siempre de consumir alimentos crudos?

-Cousens propone una alimentación basada en lo crudo con algunos procesos de activación para eliminar ciertas sustancias dañinas para el humano, como en los cereales para eliminar las micotoxinas que recubren las semillas.  En lo personal he seguido el proceso evolutivo de la alimentación consciente más allá de este planteo e integré otros puntos de vista que hacen a la conciencia alimento como lo es la investigación del doctor Westin A. Price sobre alimentación y tradiciones culturales y la doctora Natasha Campbell Mc. Bride y su amplia investigación sobre alimentación integral.

-¿Cómo llega usted a este tipo de alimentación?

-Buscando una forma de entender la alimentación en todas sus esferas y luego de pasar por macrobiótica y vegetarianismo.

-¿Por qué dejó el vegetarianismo?

-Parte de este largo camino fue creer que el vegetarianismo era la respuesta a todos los males, es como querer encontrar una solución mágica y olvidarse de profundizar. Esto a la larga puede ser perjudicial en cualquier esfera de la vida, así que en mi propia experiencia querer encontrar la panacea en un solo aspecto es al mismo tiempo negar otros. Me encontré con varios niveles de asuntos negados no solo para mí misma sino mundialmente hablando: mitos sobre el colesterol, sobre las grasas animales y las grasas vegetales, mitos de cómo se integran los elementos en el cuerpo físico, mitos sobre la simplificación de las dietas, mitos sobre las distintas medicinas y sobre todo los mitos según las campañas sobre un producto como la soja. Todos creímos que la soja era el mejor vegetal posible en su momento.

-¿Qué mermeladas elabora? ¿De qué forma son conscientes? ¿Son orgánicas?

-Elaboro mermeladas de rosa mosqueta, frambuesa, arándanos, zarzamora , guindas y combinaciones de manzana ciruela, zarzamora y membrillo. La forma de ser conscientes es el de ser un alimento que si bien debe conservarse para que se sostenga en el tiempo tiene en su proceso un cuidado de manera que la conserva sea alimenticia sin depender de químicos. Para llegar a esto hice muchas pruebas que muchas veces fermentaron…

-¿Eso es malo?

-La fermentación es fundamental en la alimentación pero no es lo que se busca en las conservas. Para lograr una conserva que tenga poca cocción para que no queme la fruta y que además no sea excesivamente dulce hice muchas pruebas y así llegué a un equilibrio que me parece óptimo para conservar y al mismo tiempo ser un alimento integral. Integral porque la fruta es orgánica, no se produce con agroquímicos y el azúcar es mascabo, sin refinamiento.

-¿Son frutos nativos? ¿Los cosecha usted?

-Son todos frutos que se producen en la zona de la Comarca Andina del paralelo 42 y algunos los cosecho yo misma de mi chacra. Pero para la cantidad de producción que tengo también compro fruta como la frambuesa y el arándano. Esto implica que no hay una producción ilimitada ya que no compro fruta de otra zona. Vendo mi producción mucho en Buenos Aires y en negocios de alimentos orgánicos integrales de la zona. También vendo mucho directamente a quien me contacta.

-¿Por qué usted dice que no se puede hablar de salud sin hablar de alimentación y viceversa?

-Porque son dos puntos del mismo puente que deben ser entendidos en unidad. Patagonia Orgánica nació con la intención de ser un disparador consciente hacia el proceso de adquirir responsabilidad sobre nosotros mismos, nuestra salud y nuestro entorno. Para mí es una profunda alegría cuando veo que esta intención da sus frutos en quien nos recibe y, a su, vez comienza su propio proceso de alimentación consciente.