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Un fundamento alcista para el aceite de soja se está gestando en Sudamérica a partir del uso creciente de ese insumo para elaborar biocombustibles.

La oficina del USDA en Brasilia ajustó la estimación de la cosecha brasileña de soja 2023/24 a 150 millones de toneladas versus 153 millones previstas en el último informe oficial de oferta y demanda global de productos agroindustriales del organismo estadounidense.

Se trata, sin embargo, de una cifra que sigue siendo superior a la estimada por el organismo brasileño Conab, que prevé que la cosecha de soja se ubicó a nivel nacional en 147,3 millones de toneladas.

La clave es que el informe prevé una importante baja de las exportaciones brasileñas de aceite de soja a 1,10 millones de toneladas versus 2,19 millones en 2022/23 a causa de un mayor uso interno destinado a la elaboración de biodiésel.

Incluso los técnicos del USDA en Brasilia proyectan que en el presente ciclo 2023/24 Brasil tendría que importar 100.000 toneladas de aceite de soja para sostener el crecimiento del consumo interno del commodity.

“Entre febrero de 2023 y enero de 2024 Brasil habría producido 7,7 millones de metros cúbicos de biodiésel, presumiblemente utilizando 4,7 millones de toneladas de aceite de soja”, señala el informe del USDA.

“Teniendo en cuenta esa nueva línea base de consumo industrial de aceite de soja para 2022/23, se revisaron al alza las cifras del ciclo 2023/24 y la proyección para 2024/25 a 5,9 y 6,4 millones de toneladas respectivamente”, añade.

El Consejo Nacional de Política Energética de Brasil (CNPE) fijó a partir de marzo de 2024 una mezcla obligatoria del 14% de biodiésel con gasoil (B14) con la previsión de alcanzar el 15% en 2025.