Dante Garciandía, de la Asociación Rural de Carlos Tejedor, describió la situación actual para la ganadería por la falta de lluvias en la región
En el oeste bonaerense hay preocupación por la falta de pasto para la ganadería debido a la sequía. Ocurre, por ejemplo, en Carlos Tejedor.
“Las precipitaciones de 2022 han sido muy dispares, con un enero muy llovedor dando un inicio de año con lotes afectados por la inundación y corte de caminos rurales. Luego, por varios meses, hubo presencia de napa freática para la finalización del ciclo de los cultivos agrícolas y una retrasada pero buena campaña de verdeos y forrajeras templadas por humedad”, señaló Dante Garciandía, de la Asociación Rural de Carlos Tejedor.
Según precisó, “con el correr del año esto fue cambiando”. Y agregó: “Se sumaron las persistentes heladas, las más notorias ocurrieron a fines de agosto que en conjunto con la sequía afectaron cultivos de fina como trigos y cebadas”.
“En este contexto, los verdeos anuales solo fueron pastoreados una o dos veces, en el mejor de los casos con producciones de materia seca promedio y escaso rebrote”, remarcó.
Garciandía advirtió: “Estamos a principio de octubre y sin rebrotes en el 100% de los lotes”. Explicó que en los últimos cinco meses llovió solo 68 mm. “Los verdeos están sin respuesta, se marcan los ambientes más someros (con tapthos) y preocupa ya que al inicio de entorar los rodeos y dar comienzo al servicio el estado de la hacienda para los próximos meses será determinante para el destete del año 2024″.
“Sin reservas actuales, y si persiste la sequía y no se puede sembrar cultivos (destinados a picado) en tiempo y forma para la próxima campaña, el productor está muy preocupado. En nuestra zona se suma que con escasas lluvias y bajante de napas freáticas la calidad de agua para consumo animal empeora y afecta el consumo y luego la calidad de la hacienda en general”, añadió.
Para el integrante de la Asociación Rural de Carlos Tejedor, esta situación afecta al productor ganadero “y más aún al tambero por la exigencia de la actividad, viendo incrementado los costos de alimentación por tener que dar mayor cantidad de alimento balanceado para mantener el nivel de producción”.
“Los pronósticos de precipitaciones no son alentadores para la zona oeste, el productor y la producción agropecuaria están con mucha incertidumbre”, finalizó.