Las siembras se adelantan por temor a la plaga transmisora de una enfermedad devastadora.En la zona núcleo, la disminución varía del 10% al 50% o más.
El insecto plaga es vector de un complejo de patógenos que causó enormes pérdidas en el cultivo en 2023/24.
Las lluvias caídas en los últimos días no alcanzaron para revertir la menor intención de siembra de maíz en la región núcleo, la de mayor productividad agrícola del país, que abarca el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba. Es que las pérdidas ocasionadas por el achaparramiento del maíz, la enfermedad transmitida por el insecto Dalbulus maidis, la chicharrita, causó estragos la campaña pasada y el temor a que se repitan las pérdidas continúa.
«Ni siquiera en la franja este, dónde “Santa Rosa” dejó entre 30 y 50 milímetros. Para sumar maíz tendrían que llover 50 milímetros y no hay pronósticos de lluvias para la primera quincena del mes», explicó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). En esa zona, según los informantes de la BCR, «ya no habla de aumentar el área sembrada, sino de contener el recorte«.
En el norte bonaerense, donde la plaga de la chicharrita tuvo menos impacto y las lluvias de fin de agosto dejaron acumulados de hasta entre 50 milímetros, se espera una reducción “leve”, con caídas del 10% en el noreste y del 20% en el noroeste.
Pero la disminución del área sembrada será mucho más pronunciada en el resto de la región. En el centro-sur santafesino se proyecta una baja del 50% en la superficie de maíz, mientras que en el extremo sur de la provincia la reducción sería del 30%.
En el sudeste de Córdoba, los agricultores de localidades como Marcos Juárez anticipan un recorte del 10%. En Laboulaye, la caída superaría el 50%. «Santa Rosa era clave para tomar decisiones y aunque trajo alivio, no alcanza para cambiar el panorama”, señalan los técnicos asesores de la zona. En Corral de Bustos, “para sumar maíz a la planificación se necesitan 50 milímetros durante septiembre y no hay pronóstico de lluvias por delante”, indican, pese a que esta localidad junto a Arias, y La Carlota han sido las privilegiadas en la provincia con precipitaciones de entre 15 y 30 milímetros. En estas zonas se plantea una reducción de al menos el 20%. «Córdoba tiene un enorme problema con la siembra maicera este año. En áreas donde históricamente se siembra maíz tardío, como son el centro, oeste y sur de Córdoba, la caída podría superar el 50%”, advierten desde la BCR.
La siembra suele empezar en la región después del 10 e incluso después del 15 de setiembre en busca de temperaturas de suelo por encima de los 12° para asegurar una germinación uniforme. Pero esta vez, con lluvias que han alcanzado al 70% de la región con más de 10 milímetros, temiendo la falta de agua de setiembre que ha caracterizado a las últimas cuatro campañas y sin lugar para sembrar tarde, todo se adelanta, se aprovecha cada milímetro y cada día al máximo para avanzar.
Zona por zona
En la zona de Cañada de Gómez y sus alrededores, la intención de siembra de maíz no cambió después de las lluvias y se mantiene un recorte del 50% respecto del ciclo anterior. “La incertidumbre por la chicharrita continúa, sumado a que se esperaban mas milímetros y solo recibimos 10 a 15″, explican los informantes.
En Carlos Pellegrini apenas cayeron 10 a 12 milímetros el fin de semana. “Estas lluvias dan la esperanza de que comience un tiempo más húmedo. Hubo una pequeña reactivación de la venta de semillas de maíz, fertilizantes e insumos”, informan los asesores. Además, sostienen que “se sembrará la totalidad de la poca reserva de semilla, hasta que la humedad del suelo lo permita”. Los técnicos estiman que este año se sembrará un 60% menos de superficie respecto al año pasado.
En el departamento San Lorenzo, ya comenzaron a sembrarse los primeros lotes. “La temperatura del suelo es justa, no sobra nada, pero los pronósticos anticipan un ascenso térmico en los próximos días”, dicen los asesores. De todas formas se espera una reducción del 50% en el área de la gramínea, un ajuste que se veía venir desde principios de año debido a la preocupación por la chicharrita. «Aunque la paranoia ha disminuido, quienes cuenten con condiciones favorables apostarán por la siembra temprana, pero descartan el maíz tardío. Solo durante septiembre sembraremos, ya que es la fecha normal que usamos en esta zona para el cereal temprano”, afirmaron los ingenieros asesores.
En los alrededores de Rosario hacia el norte, incluyendo localidades como Gálvez, Cañada Rosquín, El Trébol, María Susana, Carlos Pellegrini, entre otras, las lluvias registradas fueron menores a las esperadas. En algunos lugares cayeron apenas de 3 a 4 milímetros, y en las más favorecidas de 10 a 15 milímetros. Allí, advierten que la situación del maíz no es alentadora y estiman una reducción del 50% en la superficie sembrada. “En un año normal, esta zona maneja entre 40 y 45 mil hectáreas de maíz, pero para este ciclo se proyectan unas 20 mil hectáreas, siempre y cuando lleguen las lluvias necesarias”, resaltan los asesores. Asimismo, indican que la ventana de siembra será muy ajustada esta campaña y se extenderá, como máximo, hasta el 25 de septiembre. La temperatura del suelo recién ahora está alcanzando los 12 °C requeridos durante tres días consecutivos, condición que se empezó a cumplirse entre ayer y hoy. “El panorama es muy complejo”, lamentan.
En Bigand se registraron lluvias de 24 a 27 milímetros durante el fin de semana y eso generó algo de entusiasmo. “Hubo movimientos en las consultas y compras de insumos. La semana que viene comienza de la siembra”, cuentan los técnicos informantes de la GEA, que calculan que este año el área bajaría un 40% respecto de la campaña pasada. La fecha límite de siembra se ubica entre el 10 y 12 de octubre.
En Bombal los insumos para la siembra de maíz ya están comprados. Los 30 a 32 milímetros caídos el fin de semana fueron suficientes para arrancar la siembra de maíz entre esta semana y la siguiente. “La intención de siembra será menor a la del año pasado, no creo que se agreguen nuevos lotes”, indican los asesores.
En Pergamino la siembra de maíz comienza entre el 5 y el 10 de septiembre para producción de semillas, aunque las temperaturas del suelo todavía son bajas. En tanto, la siembra para grano comercial está prevista entre el 12 y el 15 de septiembre, siempre que las condiciones térmicas del suelo sean óptimas. «Para esta campaña se espera mantener la rotación, conservando la superficie sembrada, con una leve variación en cuanto a cambio en fechas de siembra de tardías a tempranas»; aseguraron los técnicos zonales.
Los 34 milímetros recibidos en General Pinto “no cambiaron demasiado las cosas» en cuanto al maíz. «Algunos productores que no sabían si iban a poder sembrar el maíz en forma temprana, despejaron dudas y suman algún que otro lote más, pero no vemos un cambio de tendencia. La precampaña sigue siendo muy pasiva por parte del productor», contaron los informantes de la zona. Estas lluvias le pusieron un piso al recorte que estaba haciendo el productor de maíz y la caída en la intención de siembra sería de un 15% al 10% respecto al año pasado.
El último fin de semana, en Marcos Juárez se registraron lluvias entre 4 a 14 milímetros. “Las precipitaciones fueron escasas. Las compras de insumos para el maíz siguen en un impasse esperando por más agua y que la baja del impuesto país impacte en los precios”, indican los ingenieros. Se estima que el área será al menos un 10% menor a la del año pasado.
Las lluvias en el sudeste de Córdoba fueron muy dispares y hacia el oeste fueron notablemente menores. “Hasta hace poco, el panorama era desalentador: sin lluvias, con márgenes muy ajustados y precios bajos, se veían lotes sin barbechar, algo impensado para esta época del año”, describen los técnicos zonales. La siembra de maíz se extendería hasta mediados de octubre, no obstante, el productor sigue a la expectativa. «Aunque la decisión de sembrar maíz parece estar casi definida, la falta de pronósticos de lluvias hasta mediados de septiembre mantiene la incertidumbre. Para agregar más maíz a la planificación, sería necesario que caigan unos 50 milímetros”, explican los técnicos. Por el momento, se estima una caída de al menos un 20% en Corral de Bustos y alrededores.
El mayor desafío está en las zonas dónde tradicionalmente se siembra maíz tardío, como el centro, oeste y sur de Córdoba, donde según la BCR, se espera una reducción significativa que podría superar el 50%. Ante este escenario, muchos productores están considerando el girasol como alternativa. “Aunque el margen del girasol no es elevado, es una opción que se maneja con costos mínimos, tanto en fertilización como en la preparación del lote, aprovechando suelos marginales, clase IV o costeros. En áreas donde la soja no supera los 30 quintales por hectárea, el girasol y, en menor medida, el sorgo, aparecen como alternativas viables en lotes que anteriormente se destinaban al maíz tardío, que antes tenía muy buenos rendimientos”, detallan. .
En Laboulaye solo cayeron 5 milímetros, una mala noticia para el maíz, ya que sigue sin haber cambios en la demanda de insumos. Allí calculan una caída del área de entre el 50% a 60% e incluso más. “