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Los programas que impulsan buenas prácticas agronómicas se consolidan en sus acciones.El programa PRO Carbono de Bayer suma 165 productores.

Con buenas prácticas agrícolas se puede absorber y almacenar carbono, en beneficio de los cultivos y del ambiente.

La agricultura está en una posición única para hacer la diferencia frente al cambio climático. El carbono, un elemento esencial para la vida, puede ser muy perjudicial cuando se libera en exceso. Pero su captura a través del suelo empieza a ser clave para contrarrestar el calentamiento global, a la par de nutrir los cultivos.

Con la práctica de una agricultura regenerativa se puede ayudar a absorber y almacenar este carbono. En ese sentido, la agricultura contribuye a las emisiones de carbono (el 25% a nivel mundial) pero también puede ser parte de la solución: tiene la potencialidad de reducirlas a la mitad en 5 años.

Entre las diversas iniciativas en ese sentido, se destaca el Programa PRO- Carbono de Bayer lanzado en Argentina en 2021. “Es un programa en el que Bayer acompaña al productor en la implementación de prácticas agronómicas sustentables, con el doble objetivo: aumentar la productividad en los lotes y ayudar a capturar más carbono en los suelos”, explicó Pablo Leguizamón, Líder de Operaciones de Pro-Carbono.

Y agregó: “Luego de su primera fase y con resultados positivos en rentabilidad y captura de carbono, se está asumiendo el desafío de acelerar el mercado de carbono en el país”.Pablo Leguizamón, Líder de Operaciones de Pro-Carbono de Bayer.Pablo Leguizamón, Líder de Operaciones de Pro-Carbono de Bayer.

Para lograrlo, según el ejecutivo se deben abordar tres ejes principales:

• Manejo: Promover, en los productores, una agricultura baja en carbono mediante prácticas sustentables que aumenten la captura de carbono.

• MRV (Medición, Reporte y Validación): Establecer metodologías de medición y reporte avaladas por organismos científicos que sean eficientes y estén aceptadas a nivel internacional.

• Mercado: Fomentar la adopción del mercado voluntario de carbono y apoyar la regulación a nivel nacional e internacional (COP26).

El productor Andrés Aguilar Benítez, con base en el norte cordobés, cuenta que su empresa familiar mide la huella de carbono de toda la compañía. «Tenemos la certificación provincial y somos parte del programa PRO-Carbono de Bayer. Medimos para ver qué impacto tenemos y cómo podemos mitigarlos con nuestro manejo”, explicó.

En tanto, Cesar Belloso, experimentado productor en el norte bonaerense y ex presidente de Aapresid, expresó que “en la rotación que hacemos, entran distintos cultivos tanto de invierno como de verano”. Describió que apuntan a tener una «máxima intensidad, la mayor cantidad posible de cultivos por año, o sea dos en nuestra zona”, donde alternan cultivos de renta o cultivos de servicio. “Entre los cultivos de renta, en las leguminosas tenemos la arveja y estamos produciendo una arveja bajo el sistema de certificación en siembra directa”, ejemplificó.

El circulo virtuoso, enfatizó Aguilar Benítez, implica que “un residuo de una unidad de negocio ya no es más eso sino un subproducto que se transforma en un insumo de otra unidad de negocio”.

El enfoque de Bayer es claro y los objetivos al 2030 son:

• Reducir un 30% la huella en gases de efecto invernadero en la producción de cultivos.

 Lograr operaciones carbono neutral y reducir las emisiones a lo largo de la cadena de valor.

• Reducir el impacto ambiental de los productos de protección de cultivos en un 30%.

Leguizamón destacó que “los productores están muy comprometidos y avanzando entre todos en cómo construimos esto y cómo generamos una mejor experiencia para los productores, pensando ya en un modelo comercial, y llevarlo a todos los productores de la Argentina en el corto y mediano plazo”.

El Programa PRO Carbono logró reunir un “amplio grupo de aliados con los mismos compromisos, formando un verdadero ecosistema en donde todas las partes se complementan”, agregó Leguizamón.

Estos socios incluyen:

• 165 productores Pro-Carbono que ya se han sumado al programa.

• 17 investigadores que dan soporte científico al programa.

• 7 instituciones de investigación: INTA, INTI, FAUBA, CREA, UNER y Expert Pro Carbono, que trabajan en con la empresa en la medición de los resultados y dan soporte en la implementación.

• 25 consultores técnicos que aportan su conocimiento y experiencia en el desarrollo de la iniciativa.