Desde hace tiempo los fabricantes de maquinaria agrícola argentina buscan lograr distinguir a la producción nacional de la extranjera, como hacen otros países fabricantes. Se trata de establecer un porcentaje mínimo de componentes nacionales e importados, como para definir luego qué políticas de estímulo deben canalizarse hacia las ventas del sector y el Estado Argentino no termine privilegiando a empresas multinacionales que solo ensamblan equipos con mayoría de componentes hechos en otros países.
A paso de hormiga y yendo de lo general a lo particular, AFAMAC (la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba) y sus pares de Buenos Aires y Santa Fe, lograron armar un proyecto de ley que obtuvo el apoyo de gobernadores, ministros y legisladores. Sin embargo, pasan los meses y aún no logró ser debatido en el Congreso Nacional.
“Llegamos al Senado. Agricultura hizo sus observaciones, se le iba a dar tratamiento, pero ahí quedó. Todavía no pasó la instancia de evaluación de proyecto sino que quedó en la presentación. Sabiendo la situación particular que tiene la agroindustria, para nosotros es prioridad”, dijo Luciana Mengo, presidenta de la asociación cordobesa de fabricantes, a Bichos de Campo.
A pocos días del inicio de noviembre, las semanas de actividad que restan en el Congreso Nacional están contadas y teniendo en cuenta que el 2023 es un año electoral, todo indicaría que el tema quedaría pendiente recién para la agenda de trabajo en 2024. Sin embargo Mengo se mantiene positiva.
“Yo tengo fe. Creo que el año que viene va a haber mucho ritmo de trabajo en la producción de leyes. Lo que no queremos son más decretos, como pasa con los bonos de reintegro de bienes de capital, de los que estamos cautivos de la renovación o no. Nunca las reglas son claras”, expresó. “Creemos que somos un tema social porque somos los generadores de empleo genuino. Cuando llegue el momento en que el sector político pueda analizarnos a nosotros como un actor importante de las soluciones para el sector social, creo que le van a dar más importancia”, añadió la empresaria.
-¿Por qué es importante para los fabricantes estar en la agenda de los legisladores?- le preguntamos.
-Nuestra asociación y nuestro rubro tiene un pequeño gris que quizás por una cuestión de visión política nos identifican con la producción agropecuaria, y nosotros somos industria. Puede ser que aquellos que quieran dispersar un poco las intenciones políticas nos asocien con la producción agrícola y no con la industrial. Nuestro mayor esfuerzo es decirles que no somos campo, que el campo no es nuestro cliente sino nuestro principal aliado estratégico comercial, pero que aún así seguimos siendo industria. En un escenario como el de hoy, donde tenemos deudas por inversión productiva, donde los convenios salariales piden reaperturas paritarias todo el tiempo porque la inflación se come la ganancia del trabajador, es clave esto.
-¿Por qué necesitan distinguir la maquinaria de origen nacional de la importada? ¿Para qué serviría?
-Porque lo tienen todos los países y no es un tema de proteccionismo. Nunca fue un tema de cuidar la industria local sino de generar y desarrollar proveedores locales. Porque hoy por hoy, en este país como en todos los países, no tenemos toda la cadena de valor desarrollada. Entonces sí o sí necesitamos importar insumos para poder dar culminación a nuestro proceso productivo, con una ley donde nos exija composición mínima nacional. Vamos a desarrollar proveedores en esta cadena, vamos a generar más fuentes de empleo.
-¿Es decir que la imaginan como un estímulo para que busquen proveedores nacionales?
-Como pasa en Brasil y como pasa en otros países. Vos querés ir a fabricar, querés vender tu producto en otro país y está la inversión, contratar gente, poner máquinas, no es solo abrir una oficina.
-¿Por qué asumís el cargo de ser directiva de los fabricantes de maquinaria agrícola?
-Primero porque me encanta la gestión. En segundo lugar porque fue una Asociación que a mí me aportó mucho y creo que hay un momento en esto de caminar la gremial en que uno le debe dar a las instituciones aquello que nos han dado desinteresadamente. Y en una mesa donde yo, como una empresa poco visible, he tenido la posibilidad de llegar al sector político a través de los otros, he logrado llegar a relacionarme con industriales de gran porte y tomar de esos objetivos y ejemplos. Ahora me tocó el turno a mí de darle mi impronta, que le estamos dando mucho énfasis en el tema de la formación, porque creo que este es el tema más relevante y hemos formado diferentes comisiones, así que por eso estoy metida en esto.