El Gobierno subió las retenciones al campo y los productores agropecuarios de todo el país ya han expresado su malestar.
El presidente de AIAJ, Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín, Ing. Agr. Daniel Schön, señaló que “en primer lugar, debo decir que son un mal impuesto. Todo aquello que vaya a impactar sobre el precio de la producción atenta contra la rentabilidad del negocio y nadie se va a meter en un negocio a perder dinero. Además, cuando el precio viene recortado por un derecho de exportación, genera más malestar”.
“Si lo analizamos desde el punto de vista técnico, nuestra función como profesionales es tratar de dar contención al productor y buscar la manera de seguir adelante porque el campo es una empresa que no puede parar. Ahora, además de las retenciones a la venta de granos también hay a la exportación de carnes y lácteos. Cuando suceden estas cosas hay dos cultivos que se ven muy afectados: maíz y trigo, y esto va en contra de lo que buscamos y es asegurar la sustentabilidad del negocio, seguir cuidando el recurso suelo. Hoy una hectárea de maíz puede producir 9 toneladas; una de trigo, 5 toneladas y una de soja 4. Pero con esto, seguramente, los volúmenes van a ser menores”, destacó.
Malestar
Luego, el ingeniero indicó que “todo esto significa menos fletes a los puertos y menos trabajo para los profesionales y todo lo vinculado al sector. La gente del campo siente que le están metiendo la mano en el bolsillo y no están para nada de acuerdo. Ya hubo algunas manifestaciones y esperemos que no ocurra lo que pasó en 2008. Me parece positivo que las entidades del campo se hayan podido reunir con el Presidente y el ministerio de Agricultura y dialogar”.
“No creo que haya una marcha atrás en esta decisión, el esquema de retenciones vino para quedarse, por lo cual se deberán readecuar los esquemas de producción de las empresas agropecuarias. En este contexto, el trabajo de los ingenieros agrónomos será conseguir mayor eficiencia y optimizar al máximo el uso de todos los recursos que se dispongan para que no queden en rojo las producciones como trigo y maíz y seguir respetando la rotación de los cultivos. Malo sería volver al esquema de la sojización masiva, como la que se vivió hace diez años atrás”, puntualizó.