Si las ventas de soja acompañan, entre agosto y diciembre el complejo agroexportador generará US$ 14.200 millones, a razón de U$S 2.800 millones mensuales. Pese a este flujo de divisas récord, la economía sufre la escasez de dólares.
Con un escenario favorable de precios internacionales y mayor presencia de granos por sobre los subproductos, el complejo agroexportador cerrará el año con un ingreso de divisas de U$S 49.500 millones, un 13% más en comparación a 2021. En el primer semestre, el acumulado marcó U$S 25.900 millones, que representan un incremento interanual de 24%.
“Estos números suponen cierta regularización en la comercialización de todos los granos, especialmente de la soja”, según analizó Juan Manuel Garzón, del IERAL de la Fundación Mediterránea. En el informe destacaron que se percibe un ritmo inusualmente bajo en las operaciones de venta de soja en las últimas semanas.
El factor excluyente que explica esta suba en la facturación es la mejora en el precio de granos y subproductos, que registraron un incremento de 17%. Esta variable permite compensar la caída en los volúmenes despachados, que en el período analizado retrocedieron en un promedio de 3,4%, de acuerdo al IERAL.
¿QUÉ PASARÁ EN EL RESTO DE 2022?
La asunción de Sergio Massa como ministro de Economía marcó una nueva dinámica en la relación campo-Gobierno. Mientras la Mesa de Enlace renovó sus reclamos vinculados a presión impositiva y apertura de exportaciones, el oficialismo busca que el agro genere en el corto plazo U$S 5.000 millones. 
En este contexto, el IERAL calculó cuál será el escenario de liquidación de divisas entre agosto y diciembre. La cifra varía de acuerdo a la evolución en las ventas de soja. Si el poroto no repunta, se esperan U$S 2.500 millones mensuales, que representan US$12.600 millones en lo que queda del año.
Pero si se agiliza la venta de la oleaginosa, podría llegar a US$ 2.800 millones mensuales, que hasta fin de año generará un ingreso de divisas por U$S 14.200 millones.
FACTORES QUE SUMAN RIESGO
El informe describe un escenario de incertidumbre para los exportadores. “No
pueden obviarse el contexto de incertidumbre macroeconómica generada por la
depreciación de la moneda en los mercados libres, la pérdida de reservas del BCRA y la ampliación de la brecha cambiaria”, advirtieron.