Seleccionar página

Las exportaciones de carne vacuna volvieron a caer en septiembre y otra vez no fue consecuencia de decisiones oficiales sino de la crisis económica, que afecta la demanda desde diferentes mercados.

El mes pasado, según los datos que el viernes publicó el INDEC, se exportaron 54.400 toneladas pesos producto, lo que significó una caída de 5% respecto de agosto. El ingreso de divisas fue de 300 millones de dólares. La baja en este caso fue de 10%, lo que da cuenta también de una caída de los precios por tonelada.

La caída persiste. Respecto de julio, las ventas al extranjero de carne vacuna bajaron 10% en volumen y 13% en valor.

La baja tiene relación directa con lo que está sucediendo con los dos principales mercados internacionales para el producto: China y la Unión Europea.

En el caso de China los precios descendieron en torno al 40% con relación a los valores más altos que hubo este año, que rondaron los 8.500 dólares para cortes típicos en ese destino. Ahora el garrón y brazuelo se venden en solamente 5.000/5.500 dólares por tonelada.

El gobierno de ese país confirmó la semana pasada la continuidad de la política de lucha contra el Covid, lo que implica largas cuarentenas en las ciudades donde se detecten casos. Esto reduce el nivel de consumo de carnes y otros alimentos. Además la moneda china se viene devaluando y eso resta poder de compra a los importadores.

En el caso de la Unión Europea, si bien el euro se revaluó respecto del dólar, la crisis económica derivada del encarecimiento de la energía tras la invasión de Rusia a Ucrania limita el consumo fuera del hogar y redirecciona ingresos de la población, lo que lleva a una caída del precio de la carne.

La tonelada Hilton se llegó a vender en 18.000 dólares este año y hoy vale 9.000/9.500. La caída fue de casi 50%.

Desde la industria frigorífica alertaron por esta situación y pidieron medidas que mejoren la competitividad exportadora. “Este contexto pone en evidencia la necesidad de mejorar la competitividad exportadora local. Hay regulaciones internas que complican la concreción de los negocios”, advirtió Daniel Urcía, en el último newsletter de FIFRA, la federación de frigoríficos regionales.

El industria consideró que se requiere actualizar “los precios de referencia para las exportaciones”. Y agregó que “además influyen el retraso cambiario y la aplicación del impuesto a las exportaciones, del 9%, y que vulgarmente se llama retenciones cuando en realidad son otro castigo a las ventas al desarrollo de la cadena de la carne vacuna”.

Como sea, el “dólar carne”, cuando se descuentan estas retenciones del tipo de cambio oficial, apenas supera los 135 pesos.

Urcía finalmente consideró necesario que el Estado cancele las deudas por los impuestos a la exportación que aun no fueron reintegrados, en especial el IVA. Habló de varios meses de demora.

“Todo esto no hace más que complicar el negocio. Mientras tanto, nuestros competidores como Uruguay y Brasil, siguen exportando porque cuentan con mejores condiciones de competitividad y política de fomento de la inserción de este alimento en los mercados internacionales”, indicó el directivo de FIFRA.