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Los administradores de fondos de inversión agrícolas que operan en el mercado estadounidense CME Group siguieron esta semana incrementando las “apuestas” alcistas en maíz.

El martes de esta semana  –según los últimos datos publicados este viernes por la Commodity Futures Trading Commission– los administradores de fondos de inversión agrícolas acumulaban una posición neta de 247.023 contratos de maíz del CME Group (futuros + opciones) versus 197.710 y 179.993 una y dos semanas antes.

La consultora agrícola ProFarmer, que todos los años organiza para esta fecha una gira por el Medio Oeste de EE.UU. para evaluar el estados de los cultivos de granos gruesos, proyectó ayer viernes una cosecha estadounidense de maíz 2022/23 de 349,4 millones de toneladas, una cifra bastante lejana a la última estimación oficial del USDA, que fue de 364,7 millones.

Otro factor alcista potencial para el maíz 2022/23 es la consolidación de una tercera fase “Niña” que recorte buena parte de la cosecha prevista de maíz sudamericana.

Si bien esa misma hipótesis climática es aplicable a la soja sudamericana 2022/23, en el caso de la oleaginosa los administradores de fondos agrícolas no son tan optimistas porque el poroto es mucho más sensible al impacto de un eventual recrudecimiento de las tensiones entre EE.UU. y China.

El maíz, ante un hipotético bloqueo comercial por parte de China, puede redireccionarse hacia Canadá, México, Colombia, Centroamérica, Japón y Corea, mientras que la soja, ante un escenario equivalente, estaría muy comprometida (como ya sucedió durante la “guerra comercial” promovida por Donald Trump contra China) porque la mayor parte de los embarques se destinan a China

Por ese motivo, las posiciones netas al martes pasado en contratos de soja del CME Group sumaban 95.205 contratos contra 87.397 y  91.022 una y dos semanas atrás. Las operaciones se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.

Vale tener en cuenta que los precios de los futuros de granos en el CME reflejan la situación proyectada en EE.UU. y que un conflicto geopolítico y comercial entre EE.UU. y China provocaría una reconfiguración de los precios FOB estadounidenses respecto de los sudamericanos.

A comienzos de julio de 2018 –recordemos– China comenzó a aplicar un arancel adicional del 25% al poroto de soja estadounidense –entre otros muchos productos– como represalia por la imposición de aranceles equivalentes por parte de EE.UU. a un conjunto de productos industriales chinos. Debido a las características del mercado global de soja, eso implicó una suerte de “retención” o descuento del valor FOB de la soja estadounidense (Golfo de México), que llegó a registrar un récord histórico de 90 u$s/tonelada en septiembre de ese año respecto de la soja brasileña (Paranaguá).

Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista.