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La Secretaría de Comercio Interior habilitó un ajuste por inflación para las bolsas de harina de trigo de 25 kilogramos comercializadas en el marco del fideicomiso denominado “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”.

Los nuevos valores permitidos para las empresas que hasta el momento aceptaron recibir subsidios –provenientes de contribuciones forzosas realizadas por productores de soja– son de 1417 y 1700 pesos para la bolsa de harina común 000 y 0000 respectivamente.

Cuando comenzó a regir el fideicomiso –diseñado por el ex secretario de Comercio Interior Roberto Feletti y luego continuado por sus sucesores hasta la gestión actual de Matías Tombolini– tales valores eran en abril pasado de 1200 y 1440 pesos.

También se procedió –por medio de la resolución 10/2022 publicada hoy en el Boletín Oficial– a ajustar la base a partir de la cual se calcula el valor del subsidio, la cual fue establecida ahora en 30.484 pesos, mientras que en el inicio del programa había sido establecido en 23.000 $/tonelada

El valor actual cereal condición cámara entregado en la ciudad de Buenos Aires, según datos de la plataforma Sio Granos, se encuentra en un promedio de 46.877 $/tonelada.

La mayor parte de los pequeños y mediados molinos no aceptó integrar el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino” porque temen que, en un contexto cambiario y económico turbulento, queden “presos” de vender harina a un precio máximo sin que los subsidios se actualicen ni abonen debidamente.

El “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino” se alimenta con aportes provenientes de una alícuota de dos puntos porcentuales de derechos de exportación aplicados sobre las ventas externas de harina y aceite de soja, además de un punto porcentual sobre las colocaciones de biodiésel (que en la Argentina se elabora con aceite de soja).

En los fundamentos de la resolución 10/2022 se indica que “a fin de mejorar el impacto de la herramienta financiera tanto en la estructura de costos como en el producto al consumidor, resulta necesario aumentar la oferta de la harina con compensación en el mercado y, asimismo, actualizar sus valores para que sean consecuentes con la evolución del resto de los componentes del costo de los productos derivados de la harina de trigo”.