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Productores ganaderos advierten que los números para el engorde a corral de bovinos son negativos y empeoran si se consideran costos con insumos a dólar soja.

Afirman que el feedlot hoy no cierra: “Se pierden $10 mil por cabeza para el consumo liviano y $15 mil para la exportación”

El porcentaje de ocupación de los corrales viene cayendo como consecuencia de la pérdida de rentabilidad de la actividad.

El margen bruto para el engorde a corral de animales livianos de consumo que se venden a 330 kilos para faena es negativo en $1.800, según estimó la Cámara Argentina de Feedlot en su útlimo informe. El modelo mide los valores antes de impuestos y sin incluir costos financieros en base a la información recibida de 102 establecimientos asociados.

«Esto viene marcando una pérdida respecto de la situación que teníamos en marzo-abril donde el precio del gordo era interesante para la actividad y que se mantuvo a lo largo del año en pesos constantes; con la inflación de todos estos meses significó una caída real del valor más allá del aumento del resto de los costos, como paritarias, combustible, gastos de estructura y mantenimiento, y alimentación», detalló el presidente de la Cámara, Fernando Storni.

“Que fea se ve la foto del negocio puro de encierre a corral. Hoy se pierden 10 mil mangos por cabeza para animales de consumo liviano y unos 15 mil mangos para el negocio de exportación”, detalló el ingeniero Mario Aguilar del establecimiento Las Chilcas, adjuntando una planilla con los números de la actividad, en su cuenta de Twitter.Los costos calculados por Aguilar.

Los costos calculados por Aguilar.

Para la estimación, Aguilar incluyó un costo de alimentación compuesto por maíz quebrado, Granos de Destilería Húmedos con Solubles (WDGS por sus siglas en inglés), gluten feed (un derivado de la molienda húmeda de maíz), heno, silaje de maíz picado fino (SMPF) y Premix (PX), utilizando los precios antes del IVA.

Consultado sobre si había incluido los costos de expeller de soja con el nuevo dólar para la oleaginosa, indicó: “No es la única fuente de proteína para dietas de encierre a corral, pero sí puede que en promedio los costos suban algo más. De todas maneras, la foto es mala, considerando el efecto dólar soja quizás algo más negativo”, señaló.

“No cambia mucho si usás otros insumos y cuán barato lo consigas, no cierra el número. Lo productivo tiene poco impacto, la relación compra venta es la variable que más pesa y está muy alta, el gordo planchado y la invernada por las nubes”, explicó.

Aguilar vende prácticamente toda la hacienda pesada para consumo o exportación y asegura que en este segmento el margen es aún peor. Para el consumo liviano se basó en precios de mercado de otros productores. 

«Aunque tiene impacto, el resultado va más allá del costo de la alimentación, es la relación compra venta la que marca gran parte del negocio: tenemos una invernada que sigue una firmeza importante, con $390 a $400 por precio de compra mientras que nosotros vendemos el animal terminado a $340, tenemos el valor del gordo con un retraso que complica la ecuación«, explicó Storni.Fernando Storni, presidente de la Cámara de Feedlot.

Fernando Storni, presidente de la Cámara de Feedlot.

Otra variable que se deberá tener en cuenta, según el titular de la Cámara de Feedlot es la menor oferta de maíz que muy probablemente se de a partir de una mayor venta de soja por parte de los productores durante septiembre (debido a la disposición del dólar a $200 para la oleaginosa), lo cual les permitirá financiar sus gastos sin necesidad de recurrir a la venta del cereal.

En agosto, los números dejaron de cerrar para el negocio y empezaron a ser negativos, llevando a un crecimiento del vaciado de corrales. Actualmente, la ocupación de los feedlot se ubica en el 66, 5%, lo que representa una caída de 4,5 puntos respecto del mes anterior, cuando había registrado un descenso de 2 puntos en comparación con el mes de julio. Feedlot: índice de reposición y porcentaje de ocupación.

Feedlot: índice de reposición y porcentaje de ocupación.

Más allá del nivel de oferta, «lo que debería pasar para que dejemos de tener márgenes negativos es que haya una recomposición del precio de nuestro producto final que es el animal gordo que está muy atrasado y no se condice con el negocio ya que estamos comprando un ternero para engordar a un valor que no tiene relación para que podamos tener un margen positivo», consideró Storni.

Desde la Cámara esperan que hacia fin de año, con el incremento de la demanda, el valor de su producción comience a recomponerse y puedan recuperar la rentabilidad perdida.