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Es de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba; harán estudios sobre los hábitos de consumo de los animales

La iniciativa apunta a la eficiencia en la ganadería
La iniciativa apunta a la eficiencia en la ganaderíaFacultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)

CÓRDOBA.- Una estación de testaje para ganado bovino -hay alrededor de cinco en todo el país- se inauguró en el campo-escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En las instalaciones, a unos 15 km de aquí, se invirtieron $28 millones y permiten más eficiencia en la cría y más sustentabilidad.

La estación, que cuenta con 12 corrales para cinco animales cada uno, permite hacer estudios sobre los hábitos de consumo de los animales. En este caso está enfocado a terneros: lo que se busca detectar son los animales que, con menor consumo, tienen la misma ganancia de pesos que otrosEsa característica es altamente heredable.

Jorge Dutto, decano de Ciencias Agropecuarias, explica a LA NACION que el consumo se reduce entre 18% y 20% pero los animales aumentan de peso igual. “El impacto productivo es importante”, señala.

Grafica que, en una cría a campo, esa genética permite disponer de menos pasto o bien, en la misma superficie, tener 20% más de animales. En un feedlot, donde se alimenta con balanceados de alto costo, hay un ahorro sin sacrificar ganancia de peso o de producción de carne.

La estación permite hacer estudios sobre los hábitos de consumo de los animales
La estación permite hacer estudios sobre los hábitos de consumo de los animales

La inversión total se realizó con recursos de la facultad, un aporte del Ministerio de Agricultura de Córdoba y, para parte del equipamiento, Ciencias Agropecuarias se postuló en un programa de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación. Además, Hook, la firma de Venado Tuerto que provee los comederos inteligentes, donó cuatro y vendió ocho. Villanueva (de Villa María) donó los sensores digitales que llevan los animales.

A través de las asociaciones de razas, llegan cabañeros interesados en identificar genéticamente a los animales. Tanto los comederos como los toros tienen un sensor inteligente que mide el volumen de alimento y genera un registro digital.

La información generada queda en la nube
La información generada queda en la nube

“Todo el proceso es automatizado y la información queda en la nube, accesible a la asociación de criadores. Los compradores interesados pueden verificarla”, describe Dutto. Añade que en la Argentina los datos de genotipo todavía son escasos, aunque son un “atributo de selección importante”. Angus, que es la raza más avanzada en el proceso, tiene unos 300 animales testeados; le sigue Brangus, con entre 150 y 180.

En lo que hace al aporte a la sustentabilidad, los animales al comer menos tienen menor actividad ruminal y eliminan menos gases. Dutto repasa que la ganadería está cuestionada por esa generación de gases.

Las estaciones de testaje también se pueden emplear para ensayos de nutrición y evaluación de productos. En la Argentina, la de Ciencias Agropecuarias es la primera de una facultad en el país; en el ámbito público hay una del INTA Anguil en La Pampa. El resto son privadas. La proyección apunta a que todas empiecen a compartir información para generar volumen de datos.