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El presidente chino Xi Jinping se reunió personalmente este lunes con su par estadounidense Joe Biden en el balneario indonesio de Bali. En la foto oficial del encuentro se mostraron sonrientes. Pero las declaraciones oficiales de ambos generaron preocupación.

Las crecientes tensiones existentes entre China y Taiwán podrían derivar en un conflicto de grandes proporciones entre la potencia asiática y EE.UU., lo que trastocaría buena parte de los flujos logísticos y comerciales a nivel planetario.

Ese temor es el que explica la “retirada” que vienen emprendiendo desde mediados de este año grandes fondos de inversión y corporativos en los mercados de futuros de commodities, los cuales, en circunstancias normales, representarían una alternativa para preservar el valor del capital en un entorno inflacionario.

El comunicado oficial del gobierno chino, difundió al finalizar la reunión entre Xi y Biden, señala que “la cuestión de Taiwán está en el núcleo mismo de los intereses centrales de China, es la base del fundamento político de las relaciones entre China y EE.UU., y constituye la primera línea roja que no se debe traspasar en los nexos chino-estadounidenses”. Está claro que el texto tiene un inocultable tono amenazante.

Pero la administración de Biden tampoco se quedó atrás al declarar que en la reunión EE.UU. “planteó objeciones contra las acciones coercitivas y cada vez más agresivas de la República Popular China hacia Taiwán, que socavan la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en la región en general, y ponen en peligro la prosperidad mundial”.

Mientras que China considera que Taiwán es parte del territorio propio y, por lo tanto, el gobierno democrático de la isla no debería tener relaciones bilaterales con EE.UU. y ninguna otra nación, EE.UU., si bien en los “papeles” acepta el concepto de “una sola China” reclamado por Beijing, en los hechos no acepta la intervención de China en el gobierno de Taiwán.

El hecho de que ese conflicto se encuentre abierto, incrementa el riesgo potencial de una contienda entre ambas potencias, algo que reconfiguraría de manera radical el comercio global de materias primas en general y productos agroindustriales en particular.

El único producto que logró “sobrevivir” este lunes a la tendencia bajista en el mercado estadounidense CME Group es el trigo debido a que los dos principales exportadores del hemisferio sur, que deberían estar aportando grandes volúmenes del cereal a fines del presente año, experimentaron importantes fallas productivas por desastres climáticos.

Mientras que en el caso de la Argentina una sequía combinada con intensas heladas tardías “barrió” buena parte de la cosecha esperada de trigo, en Australia, lluvias extraordinarias complicaron al cultivo poco antes del período de recolección y podrían arruinar buena parte de la calidad del grano por cosechar.

El contrato Noviembre 2022 CME Group finalizó este lunes en 529,7 u$s/tonelada con una baja intradiaria de 5,0 u$s/tonelada, mientras que el Maíz Diciembre 2022 terminó en 258,7 u$s/tonelada con una caída de 0,3 u$s/tonelada. Por su parte, el contrato Trigo Duro Diciembre 2022 culminó hoy en 351,3 u$s/tonelada con un alza intradiaria de 4,5 u$s/tonelada.