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Casi un año atrás el gobierno implementó un fideicomiso, financiado con aportes del sector agroindustrial, destinado a subsidiar el precio mayorista de los aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas en envases de hasta cinco litros comercializados en el mercado argentino.

La cuestión es que esa herramienta, que representa en los hechos una “retención encubierta” adicional que deben abonar los productores agrícolas, vence el próximo 31 de enero y hasta el momento no existen precisiones oficiales sobre la continuidad de la misma.

La industria aceitera argentina, ante la inminente expiración del fideicomiso, decidió comunicar su postura al respecto al indicar que “la intervención estatal en precios nunca funciona y destruye empleo y la producción”.

La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) manifestó que los precios máximos determinados por el gobierno de Alberto Fernández –que conforman el programa de “Precios Cuidados”­– en el caso de los aceites acumulan un retraso del 131% en los últimos dos años. Eso implica que el valor de venta mayorista es bastante inferior al costo del producto, algo que hasta fines de este mes debería ser cubierto con los aportes del “fideicomiso aceitero”, pero lo que sucederá a partir de febrero es una gran incógnita.

“Los precios publicados son responsabilidad del gobierno, que los fija muy por debajo de toda estructura real de costos”, remarcó Ciara. El producto más perjudicado por la política intervencionista es el aceite de girasol, dado que prácticamente la mitad de la producción nacional se destina al mercado interno.

Para tener una idea del retraso en cuestión, basta saber que el valor de una botella de aceite de girasol Natura de 1,50 litros se comercializa en Montevideo, Uruguay, a 240 pesos uruguayos, una cifra equivalente a 5,3 dólares. Pero esa misma botella en la ciudad de Buenos Aires tiene un valor –fijado por el gobierno– de 251,7 pesos, que representa 2,3 dólares si se lo mide por el tipo de cambio oficial y de apenas 1,2 dólares por el tipo de cambio real de mercado (MEP).