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La reconversión del mundo de los combustibles es una de las situaciones que afloran en el marco de la crisis global desatada por el coronavirus. Como muestra, un botón: Global Clean Energy Holdings (GCEH), una compañía californiana de energías renovables adquirió recientemente la refinería de petróleo Alon Bakersfield, que instalada en esa zona sobre el Océano Pacífico se ha enfocado históricamente en la producción de diesel a partir de petróleo crudo.

Delek US Holdings, con base en el estado de Tennesse, entregó la planta por US$ 40 millones, en un negocio que más que típico del siglo XX parece un claro ejemplo de la actual centuria, el tiempo histórico que algunos creen está empezando efectivamente con la crisis global por la pandemia que ha puesto al mundo patas para arriba.
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Los compradores, enfocados en la producción y comercialización de materias primas no alimentarias utilizadas para la producción de biocombustibles, biomasa y productos químicos renovables, la transformarán en una biorrefinería de combustibles renovables, entre cuyos insumos sobresale Brassica Carinata, una especie también denominada colza etíope, cultivo invernal autóctono de ese país africano, que se utiliza en diversas partes del mundo para generar un aceite para biodiesel de segunda generación y puede cumplir la función de cultivo de servicio, una modalidad creciente en Argentina.

Según el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo) «posee una gran adaptabilidad agronómica, se cultiva en diferentes partes del mundo como oleaginosa, hortícola y también como condimentaria. En España, por ejemplo, se emplea de dos formas: como «biomasa» de planta entera (los rendimientos obtenidos oscilan entre 6 y 8 toneladas por hectárea) para la alimentación de centrales de generación eléctrica, y como productora de aceite para la transformación en biodiesel».

Las adecuaciones de Alon Bakersfield implicarán una integración productiva vertical para obtener biodiesel a partir de diversas materias primas, incluidas las variedades patentadas por GCEH de Brassica Carinata. El mix de materias primas se complementará con varias fuentes renovables, como el aceite de cocina usado, el aceite de soja, de destilados de maíz y otros.
Del petróleo a las energías renovables, La refinería californiana Alton Bakersfield será remodelada para adaptarse a insumos que producen biocombustibles.

Del petróleo a las energías renovables, La refinería californiana Alton Bakersfield será remodelada para adaptarse a insumos que producen biocombustibles.

“No se procesará ningún tipo de petróleo de aquí en adelante en la refinería, ni durante ni después del esfuerzo de remodelación. En cambio, la refinería se reutilizará para convertirse en un productor de combustibles renovables bajos en carbono que satisfagan las necesidades del estándar de combustibles bajos en carbono de California”, dijo la nueva propietaria en un comunicado. “Los combustibles producidos en la instalación resultarán en reducciones significativas tanto de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como de contaminantes locales del aire como partículas”, agregaron.

Después de las obras de adecuación, la puesta en marcha está prevista para fines de 2021. Se espera que la biorrefinería suministre una porción significativa de la demanda de combustibles diesel alternativos de combustión limpia en California.
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Ubicado estratégicamente dentro de un gran centro de demanda regional, a poca distancia del área metropolitana de Los Ángeles y la Bahía de San Francisco, los biocombustibles producidos en Bakersfield estarán disponibles para combinarse con la mezcla de combustible de transporte de California. El plan de GCEH es que los combustibles renovables que se producen en las instalaciones se comercialicen y distribuyan a través de varias asociaciones, incluida una con una empresa petrolera multinacional.

Richard Palmer, CEO de Global Clean Energy Holdings, comentó: “Estamos encantados de anunciar esta nueva y emocionante empresa en Bakersfield, California; una empresa que aprovecha las competencias centrales de la región en agricultura y energía tradicional y alternativa”. Espera que este proyecto sea “un catalizador para el desarrollo económico y genere oportunidades de trabajo tanto directas como indirectas en la región”.