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José Santiago Guazzelli, ingeniero agrónomo y socio de Aapresid, está parado frente a uno de los últimos cultivos de segunda que hicieron en el campo que administra cerca de Tandil. Se posicionó ahí para explicar a Bichos de Campo una opción agrícola que empieza a tener cada vez más protagonismo en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires: el maíz de segunda, que no es lo mismo que el maíz tardío.

Detrás de él hay un lote donde algunas semanas atrás había cosechado maíz y ahora tenía una cebada sembrada encima. Desde hace casi un lustro se hacen ensayos con el maíz de segunda en este campo mixto, donde la premisa que los mueve es poder producir el 100% de alimento para toda la hacienda y un criadero de cerdos de más de 400 madres. Ensayando con tiempos y ambientes surgió lo del maíz de segunda, al que Guazzelli define como “una posibilidad de cultivar maíz arriba de los cultivos de invierno”.

En el caso del lote donde hicimos la entrevista, el maíz se había sembrado sobre un cultivo de arveja, pero lo más frecuente es que se hiciera sobre una cebada.

Hoy, en este establecimiento, casi el 25% de la superficie de maíz que hacen es “de segunda”, que es algo bastante novedoso para la ruralidad del sudeste bonaerense.

“Estamos muy contentos de que se pueda llevar a cabo esta forma de producir maíz porque es muy rendidora: en los últimos cinco años, el promedio de producción es de aproximadamente 5 mil kilo por hectáreas. Se trata de un cultivo de segunda que le compite perfectamente a la soja, ya que le gana en rentabilidad y sobre todo en beneficios para el sistema”, agregó Guazzelli, en referencia al aporte ambiental de esta rotación.

Entre estos beneficios, el ingeniero agrónomo explicó que el cultivo sobre otro cultivo hace un gran aporte a los balances de carbono en los suelos. Después de tantos años de agricultura no muy bien rotada, la materia orgánica del suelo podría haberse resentido y estas fórmulas permiten comenzar a revertir ese proceso. “Estas son cosas que en el mediano plazo van a poder recomponer esa materia orgánica”, aseguró el socio de la regional Tandilia de Aapresid.

-¿Cuándo se siembra y cuándo se cosecha el maíz de segunda?

-Se siembra arriba de un cultivo de fina, aproximadamente entre el 20 y 25 de diciembre y se cosecha, más o menos, a fin de agosto. En general lo cosechamos seco. En este caso, donde estamos parados, para poder entrar con la fina decidimos cosecharlo anticipadamente. Así que lo cosechamos en junio con un 27% de humedad. Lo embolsamos y se lo dimos de comer a la hacienda.

Para Guazzelli, los maíces de segunda en el sudeste de Buenos Aires llegaron para quedarse. Cada vez son más los productores que adoptan esta alternativa y crecen las empresas semilleras que investigan y buscan proveer de híbridos cortos que posibiliten una producción más rendidora para poder llevar adelante esta rotación .

“Toda esta tecnología que están trayendo las empresas, de híbridos más cortos con más potencial de rendimiento y bastante genética importada, creo que nos van a permitir pasar del cultivo de nicho a un gran cultivo. Estos híbridos hiper-precoces y precoces nos van a dar la posibilidad de que el maíz de segunda se extienda sobre gran parte de la superficie de fina”, finalizó el agrónomo.