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Como suele ocurrir en esta época del año, se está produciendo la mayor cantidad de oferta de terneros de invernada y se realizan las tareas de detección de preñez en los planteos de cría.

De acuerdo con el último informe de la consultora Agroideas, “el mercado se encuentra firme, con negocios y pedidos de vientres preñados, entendemos que en gran parte se debe a que nadie se quiere quedar con los pesos en la mano; se cobra y rápidamente se compra hacienda o insumos con el dinero disponible ante la incertidumbre económica”.

Federico Santangelo, director de Agroideas, comentó a Super Campo que esto se debe a que “con esta emisión monetaria, la inflación , la economía tenderá a un rebrote inflacionario y una gran crisis económica. Nosotros sugerimos que al vender una jaula de hacienda se reponga con otra de terneros. Estamos observando muchos pedidos por vacas y vaquillonas preñadas. Es una forma de salir del peso para cubrirse de la crisis. La idea es no estar calzados con cuotas en dólares. No aconsejamos endeudarse en dólares con una mercadería que se pueda comprar en pesos”.

Santangelo considera que en esta coyuntura “el tipo de cambio oficial está atrasado, en 69 pesos, por eso aquel que tenga pesos compra en forma anticipada insumos dolarizados como fertilizantes, maíz o alimento balanceado, semillas para pasturas para sembrar a futuro. También hay muy buenas promociones de compras con tarjetas de crédito de los bancos sobre todo para sembrar maíz. Incluso también puede comprar maquinaria agrícola con los nuevos préstamos con tasas de interés competitivas en pesos”.

Con respecto al presente y el futuro inmediato de la ganadería, el consultor afirmó que “el sector, a pesar de la pandemia, siguió trabajando. Se cambió la modalidad de los remates presenciales por virtuales en invernada y en cuanto al gordo, el mercado siguió operando normalmente. El volumen de faena es normal y, aunque hubo algunos problemas con la cadena de pagos, se siguió vendiendo y cobrando. Además, la gente sigue consumiendo carne. Quizás no suba el precio, pero se vende lo mismo que antes porque no cayó la faena. Se come todo lo que se produce, pero después se ajusta por brecha, porque si el consumidor interno no tiene poder adquisitivo será difícil que aumente el precio, por eso habrá que ver el nivel de exportaciones”.

En los envíos al exterior, el papel del mercado chino es determinante ya que el año pasado concentró el 75% del total. “Los informes internacionales indican que China seguirá comprando carne vacuna por el problema que tienen con la gripe porcina africana, por lo cual el déficit de proteína que tiene muy alto y seguirá necesitando proteína”, concluyó Santangelo.