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En el marco del “Ciclo de debates de temas relevantes y desafiantes para el sector productivo”, las autoridades del INTA propiciaron un encuentro con especialistas para discutir la situación actual de los humedales en el país. De la videoconferencia participaron Antonio Brailovsky, profesor de la UBA especializado en historia ambiental argentina; Juan José Neiff, investigador del CONICET; y José Volante, coordinador del Programa Nacional de Recursos Naturales y gestión ambiental del propio INTA.

“Tenemos que cambiar la perspectiva de entender que no hablamos de ecosistemas sino de socioecosistemas, donde existen intereses y tensiones”, afirmó Volante y agregó que es necesario reflexionar sobre si el abordaje de la problemática se está haciendo desde una mirada “muy rioplatense”.

En consonancia con este pensamiento, el investigador Neiff remarcó que los proyectos de ley presentados demuestran que los legisladores “han tenido presente la problemática de los humedales del Delta, cosa que difiere de lo que pasa por ejemplo en Formosa con el Río Pilcomayo”. “¿Se han perdido humedales? Sí, pero la situación no es tan catastrófica como se ha querido hacer ver”, sentenció.

Mirá el programa que hizo Bichos de Campo sobre el debate de los Humedales:

Volante señaló que los humedales se encuentran relacionados con sistemas productivos distintos como la ganadería, la fruticultura y horticultura, la producción minera y los sistemas forestales. Para poder arribar a una legislación coherente, es necesario “saber a qué humedales nos estamos refiriendo” porque abarcan una enorme variedad de agroecosistemas.

Por su parte Brailovsky realizó un breve análisis sobre la historia de la urbanización y coincidió con Neiff en que las obras del hombre tienen un impacto sobre la naturaleza y deben impedirse aquellas alteraciones inadecuadas.

Las quemas no programadas o los escenarios de sobrepesca acrecentaron la preocupación de los legisladores y por eso los panelistas afirmaron que la ley que se apruebe debe actuar sobre delitos ambientales.

Sin embargo también acordaron que para solucionar los problemas no se debe hablar “de manera irresponsable de ecosistemas tan diversos” y que es necesario entender la problemática particular de cada uno de ellos. Por eso se vuelve central llegar a un acuerdo conjunto sobre qué es un humedal.

“Me parece que es central entender que el ordenamiento territorial de humedales tiene una contradicción y hay una falacia en esas pretensiones, dado que el ordenamiento tiene que tener en cuenta una diversidad de ecosistemas interconectados, en donde están involucrados todos los actores sociales”, afirmó Volante.

Hacia el final, el investigador Neiff dijo: “Hoy la palabra humedal está instalada en la sociedad de distintas maneras. Es un gran adelanto la preocupación por el ambiente, no lo vivamos como antinomias. El sector productivo es el que aporta la mayor cantidad de divisas del país, la producción no es enemiga de la conservación. Lo demás es acción de tribuna que no sirve para nada.”