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Carlos Dura, productor tambero de Centeno, Santa Fe, sufrió en primera persona el pésimo estado de los caminos rurales en esa zona: en la noche del pasado miércoles 8 de abril se volcó un carro cargado con vacas Holando de su establecimiento.

Luego de aquel incidente, el productor, cuyo tambo está en San Genaro, a 10 kilómetros del lugar del accidente, comentó que las vacas afortunadamente están vivas, pero golpeadas.

“Las estaba llevando al mercado para venderlas como conserva; el tema es que llegaron todas embarradas, golpeadas y a una se le quebró una oreja y todo eso representa penalizaciones a la hora de efectuar la venta”, comentó Dura en diálogo con Bichos de Campo.

“Todavía no puedo creer lo rápido que actuaron. Se ve que no querían que yo documentara nada”, aclaró. Sin embargo, el productor llegó a tomar algunas imágenes, las cuales luego fueron compartidas en Twitter por Tiago Carignano, otro productor de la zona.

La bronca de Dura es que lo que le ocurrió es moneda corriente. “Estoy indignado: nos cobran por mantener caminos que termino arreglando yo mismo. Hace años que reniego siempre con lo mismo; sufrí una situación similar hace poco en el camino que pasa por el frente de mi campo y en ese momento el Comité de Cuenca y la comuna se pasaban la pelota uno al otro sin hacer nada, entonces tuve que arreglarlo yo mismo porque de lo contrario no podía transitar”, recordó.

La determinación del tambero, en aquel momento, fue agarrar la pala él mismo para cavar un pozo de ambos lados del camino de modo que escurra el agua, para luego dejarlo orear y, finalmente, acomodarlo con la niveladora de arrastre. “Lo más irónico es que en ese momento los empleados municipales, que estaban limpiando alcantarillas, me pasaban por al lado, yo les pedía ayuda y ni siquiera se dignaron a levantarme un poco de tierra con la retroexcavadora”, se lamentó.

En otro episodio de los tantos que lamenta recordar, Dura rememoró que desde el municipio tenían que dragar un camino completo a inicios del presente año y le dejaron la retroexcavadora en su establecimiento para guardarla hasta tanto volvieran al día siguiente para trabajar.

“Ese día yo observaba como venían, trabajaban un rato y luego se volvían a la sombra, y así sucesivamente. Terminaron haciendo 600 metros en un mes. Una cosa de locos, la ineficiencia que hay en los empleados municipales es realmente indignante”, dijo.

Lo que más molesta a Dura es que siente que los agobian a los productores y dueños de fábricas lácteas de la zona con los cobros de tasas por hectárea e impuestos inmobiliarios. “Es una doble imposición que nos hacen porque, por un lado, le cobran a las fábricas lácteas por usar los caminos y a los tamberos nos cobran por mantenerlos, pero la ironía es que no arreglan nada y entonces lo terminamos arreglando los productores”, explicó.

“Decidí no pagar mas la tasa vial hace dos años porque me cansé de esta situación, de que no me arreglen el camino; siempre que intento hablar con ellos prometen y nunca hacen nada”, despotricó.

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Dura es delegado del Comité de Cuenca del Arroyo Las Turbias, en la localidad santafesina de San Genaro, el cual se canalizó en la década del ´90. “Mi papá estaba en el grupo de productores que hizo la canalización desde El Trébol hacia San Genaro y que desemboca en una cañada; era una obra inicial para 60.000 hectáreas, pero por manejos políticos le agregaron otras 200.000 hectáreas más y no agrandaron el troncal, lo que hace que, cuando llueve arriba, tengamos un ‘río’ en la zona a las cinco horas”, explicó.

Incluso Dura resaltó que han tenido inundaciones en seco. Es decir, aun sin precipitaciones, se presentaba un caudal de agua tan grande que no se llegaba a desagotar a tiempo. “Estamos agobiados al extremo por la falta de obras hídricas y por los problemas de circulación. No te das una idea de los daños que nos han hecho las crecidas por obras que se hicieron mal y por caminos que no se mantienen. Es realmente frustrante producir en nuestra zona”, concluyó.