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Clarín – Buenos Aires – CABA – 06-04-2020 En Arcor, que por ser alimenticia es considerada actividad esencial, reorganizaron los procesos productivos en base a trabajo remoto, distintos turnos en las plantas productivas, atención particular a personas en grupos de riesgo, restricción de viajes, reuniones remotas, lo mismo que los contactos con los proveedores. La comunicación de las medidas de higiene son permanentes. Y se activan los protocolos siempre con comunicación ante casos sospechosos de Coronavirus. Otro eje, según comentaron, es el reconocimiento y la motivación de las personas que trabajan en este contexto.

En cuanto a Mercado Libre armaron varios comités de Covid-19 en una compañía con más de 10.000 empleados en Latinoamérica y con áreas de diferentes características. “Las decisiones se toman rápido y eso es muy importante porque no hay tiempo que perder”, informaron. Establecieron protocolos de seguridad muy estrictos en el área de logística y decidieron acciones hacia sus usuarios como eliminar las comisiones para productos de primera necesidad, extender el plazo para el cobro de los créditos al consumo y campañas de recaudación de fondos.

En Globant, acostumbrados a al teletrabajo, pusieron al equipo de ingenieros a desarrollar el primer panel interactivo en el mundo que permitirá medir y utilizar con eficiencia los recursos de salud disponibles durante el tratamiento de esta pandemia. El tablero brindará información en tiempo real sobre cantidad de camas con oxígeno-gas, profesionales de la salud y respiradores disponibles. A su vez, esta herramienta otorgará la posibilidad de llevar un control sobre piezas faltantes en diferentes equipamientos y sobre la utilización de los diferentes insumos. También, a través de 30 impresoras 3 D que distribuyeron en el equipo, están imprimiendo suministros médicos en más de 10 ciudades del país, una iniciativa que será replicada en otros países. Y están ofreciendo un robot de atención al público con información oficial que puede prevenir el colapso de redes y sistemas.

En Enel, la accionista de Edesur, se abocaron a garantizar la generación y distribución de energía con protocolos de seguridad, extremando las medidas de limpieza y promoviendo grupos de trabajo aislados de los demás para contener posibles casos de contagio. Antes de la cuarentena decretada por el Gobierno, todo el personal de oficina comenzó a trabajar desde su casa. Y construyeron en tiempo récord dos centros de operación de baja, media y alta tensión a modo de backup. En El Chocón aislaron a los trabajadores de operación, cancelando toda acción no esencial para la planta hidroeléctrica. Lo mismo hicieron en la Central Costanera, una de las generadoras más grandes del AMBA.

En Genneia, con diez centrales térmicas y parques eólicos, que debe seguir en funcionamiento para generar energía, señalan que muchos de sus empleados no pueden hacer teletrabajo, y deben ir a sus puestos de trabajo diariamente para seguir en funcionamiento. “Para nosotros es clave poder cuidarlos, mantener contacto permanente con ellos, demostrarles que no están solos. Ese es un gran desafío en el que todas las áreas de las empresas deben trabajar juntas. Y por otro lado, hemos descubierto algo muy positivo, que las empresas deben actuar en conjunto. Hoy, como nunca, las redes de contactos profesionales, que hay muchas y muy buenas, sirven como un gran reservorio de buenas prácticas. Estamos todos muy atentos en ese sentido, y actuando con un sentido de solidaridad pocas veces visto”, señaló su directivo Gustavo Castagnino.

De acuerdo con Diego Campal, director de la consultora JeffreyGroup, las empresas se encuentran con el desafío de mantener un equilibrio entre alertar y generar conciencia en la población, para que se queden en sus casas y cumplan el aislamiento, y motivar y reconocer el rol de aquellos que deben seguir asistiendo a sus puestos de trabajo, porque sus actividades son esenciales. Son objetivos comunicacionales contradictorios. Así distingue entre sus clientes a aquellas compañía en situación de contingencia con problemas financieros por caída de ingresos como aerolíneas, hoteles, restaurantes, espectáculos y sector turístico en general, que pusieron el foco en contener la situación de sus operaciones y a sus empleados. Otras con áreas de oportunidad como las relacionadas con el entretenimiento en el hogar (señales de TV, servicios de streaming, videojuegos), educación y trabajo remoto, y tecnología en general. “En este segmento, se busca comunicar de manera clara y útil actividades que la población pueda realizar, así como mantenerse cerca de las autoridades para prestar colaboración”, dice. Y las esenciales, donde el foco está puesto en la comunicación interna, manteniendo a los empleados clave motivados, reconocerlos en su esfuerzo, maximizar las medidas de protección en los lugares de trabajo y seguir muy de cerca qué piensan y que sienten.

Mariana Jasper, de Alurralde, Jasper y Asociados, sostiene que “uno de los grandes desafíos de la comunicación del Covid-19 por parte de los líderes del Estado, sociales, del mundo privado, es lograr legitimidad. Señala que sus clientes están muy enfocados en sostener la relación con su propio ecosistema (empleados, proveedores, clientes, etc.) y en adecuar sus operaciones.