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La venta de cerdo en fresco baja en los mostradores por la suba de su precio y el atraso de los valores de los cortes bovinos. Aseguran que los importadores recalentaron el mercado local.

La carne porcina aumentó un 54% en lo que va del año y pierde terreno frente a la de vaca

Con la suba de precios, el lugar ganado en el mostrador por los cortes de cerdo será difícil de sostener.

El valor de la media res porcina continúa en aumento en Argentina y ya se está observando una retracción en el consumo local. En lo que va del año subió un 54.6%, mientras que el alza para la media res vacuna fue menos de la mitad.

Los precios que se pagaron al 21 de septiembre para la media res se ubicaron en $ 347,96 por kilo para el mínimo y $ 413,46 para el máximo, en tanto, los valores de la media res con IVA fueron de $384,49 y $ 456,88, respectivamente.

«Nos acercamos a la carne de vaca y ya los cortes al público están o igual o más caros. Dejamos de ser una posibilidad para el consumidor», lamentó Juan Luis Uccelli, analista y consultor en mercado porcino.

Hace unos días atrás, Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) había señalado que  “el precio de la carne vacuna al consumidor lleva varios meses estancada».  En esto coincide Uccelli: «El problema más grande que hay es que la gente no tiene plata y el segundo, es que el precio de la carne vacuna está totalmente atrasado hace varios meses y va a seguir así hasta fines de octubre o noviembre«, analizó en diálogo con Clarín Rural.Juan Luis Uccelli, de JLU Consultora.

Juan Luis Uccelli, de JLU Consultora.

En cuanto al cerdo, Uccelli recordó que el primer semestre de 2022 «estuvo muy planchado y los productores estuvimos muy complicados», mientras que en el segundo, con las limitaciones a las compras de carne porcina barata de Brasil, «los importadores salieron a comprar en el mercado local, ofreciendo valores mucho más grandes porque nadie les quería vender».

Según contó el analista, actualmente solo se importan unas 1.000 a 1.500 toneladas menos que hace unos meses, un volumen no significativo ya que en Argentina se producen 80 a 85 mil tonelads por mes, sin embargo, esa mayor demanda de los importadores se tradujo en un alza de los precios.

Esa suba «permitió a los productores pasar el aumento de los costos y recibir un poco mejor el golpe del aumento de la soja en septiembre (por el dólar soja)», dijo el consultor.

«El inconveniente más grande es que eso se traslada a la góndola, que es algo que el productor no maneja, entonces el precio de venta minorista empieza a subir pero hay límites: si el cerdo está igual o más que la carne vacuna, la gente no lo compra, más en la situación difícil que estamos pasando, entonces eso puede traer una consecuencia no deseada de que se frene, en parte, el consumo, en los próximos 30 días hasta que se recupere el vacuno», analizó Uccelli.

De acuerdo al especialista, una vez que eso suceda, el cerdo volverá a tener valores más competitivos en el mostrador. «Va a seguir siendo una carne interesante desde el punto de vista del bolsillo. En 2021 pasó lo mismo pero empezó en octubre y duró solo un mes nada más. Ahora el problema comenzó en septiembre y todavía nos falta un mes más», repasó.

El 85% del cerdo que se producen en Argentina se consume en fresco y Uccelli indicó que ya se están registrando descensos de las compras en el mostrador en algunos lugares. «Estos aumentos de precios son provocados por la industria importadora que recalienta todo el mercado, el productor lo único que hace es tomar el precio que le fija el mercado», remarcó.