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En Carlos Casares, donde hay unas 75.000 hectáreas bajo el agua, firmaron un petitorio para que la Municipalidad habilite una cuenta para la recaudación de la tasa vial y su auditoría

Un camino rural intransitable en Carlos Casares

De la preocupación a la acción. Los productores de la zona de Carlos Casares que ven, una vez más, sus campos anegados con agua que no escurre como debería y caminos rurales parcial o totalmente cortados, están transitando por una nueva vía la emergencia en la que viven. Si en 2012, la última gran inundación, había desazón, hoy, en 2022 existe la convicción de que finalmente se pueden hacer escuchar. ¿Por qué? Porque son muchos los que, Whatsapp mediante, unidos buscar hacer fuerza por sus reclamos.

El partido de la provincia de Buenos Aires tiene unas 75.000 hectáreas inundadas. Esta situación también es padecida en Pehuajó, Carlos Tejedor, Bolívar, Henderson, parte de Daireaux y Trenque Lauquen, que en total suman 680.000 hectáreas bajo el agua.

Según informó Carbap, “en estos lugares hay varias empresas tamberas que, además de las pérdidas productivas, de pasturas y mayores costos deben lidiar diariamente con los caminos rurales con sectores totalmente inhabilitados. Lamentablemente no todo tiene que ver con la producción, varias escuelas han quedado aisladas por los caminos inundados por lo que dichos alumnos hoy ven impedido su acceso a la educación”, indicó la entidad. Para Crabap, existe “una red vial totalmente colapsada, que refleja el mal manejo y desvío de la recaudación de la tasa vial por parte de los Intendentes municipales. Más de 5000 kilómetros de caminos están cortados e intransitables”.

«El 72% del presupuesto de Carlos Casares se usa para pagar sueldos. Si financiamos al municipio con la tasa vial, te quedás sin caminos»

Mario Reymundo

Desde la Sociedad Rural de Carlos Casares se creó un grupo de Whatsapp con el nombre Caminos Rurales, que rápidamente sumó el máximo permitido por la aplicación: 256 integrantes. En un principio, la finalidad era ser una suerte de Waze rural, donde los vecinos pedían información sobre el estado de los caminos, si estaban cortados por el agua en tal o cual trayecto, si una alcantarilla estaba tapada o si se había formado un pozo peligroso, entre otras dificultades. Una maestra rural, por ejemplo, escribió que por culpa de una alcantarilla en mal estado se le rompió el auto.

Pasaron pocos días y los temas se fueron ampliando hasta llegar a expresar bronca por la falta de mantenimiento, a pesar de pagar una elevada tasa de red vial que va en ascenso. Por ejemplo, un establecimiento de 98 hectáreas tuvo un aumento en la cuota de red vial del 68% en 2022, una tasa que se cobra por hectárea sin discriminar si hay lagunas o bajos improductivos.

La queja generalizada de los productores es que no se sabe en qué se gasta la tasa de red vial. “El 72% del presupuesto de Carlos Casares se usa para pagar sueldos. Si financiamos al municipio con la tasa vial, te quedás sin caminos”. afirmó a LA NACION Mario Raymundo, presidente de la Sociedad Rural de Carlos Casares.

Con el trasfondo de estas preocupaciones, en la zona llegaron a la conclusión de que había que reunirse. Y la cita fue ayer, a las 10, en la Sociedad Rural local, donde se congregaron más de 150 personas con el fin de consensuar acciones concretas y decir basta a los caminos de tierra intransitables.

¿Es lógico que la lluvia impida a la gente entrar o salir del campo, y además cree zozobra en los pueblos porque la gente no puede circular libremente, o que las maestras no lleguen a dar clase, o se corra peligro ante una cuestión de salud? Ese fue uno de los planteos que se hicieron. “Los años pasan y seguimos igual”, dijo un productor.

Los caminos son los mismos por los que transitaban las viejas carretas. Las nuevas generaciones se topan con los mismos problemas que vivieron sus padres y sus abuelos, saliendo de un campo a puro tractor, si se tiene.

Tasa

Uno de los objetivos del encuentro fue firmar el petitorio al municipio en apoyo a la pronta aprobación y creación de una Comisión Vial conformada por diversas entidades, entre ellas la Sociedad Rural de Carlos Casares, Fudeagro. la Cámara de Comercio, el Centro Industrial , docentes, bomberos, y demás instituciones y actores relacionados con la red vial. “Pero que no sean más de ocho personas en total, porque de otra manera la gestión se vuelve más compleja”, expresó Reymundo.

Campos anegados en Carlos Casares
Campos anegados en Carlos Casares

Al respecto, el presidente de la Sociedad Rural de Carlos Casares dijo que es muy importante la creación de la Comisión Vial. “La esencia del pedido es que la tasa vial no es un impuesto sino una tasa para el cuidado de los caminos, sin embargo no se vuelca el total de la recaudación a los caminos rurales sino que se usa para otras cosasUna tasa implica una contraprestación, pero el municipio la maneja como un impuesto de libre disponibilidad. Por eso es necesario auditar los gastos que se hacen con la tasa llamada de Red Vial”, afirmó.

Este pedido tiene antecedentes en Junín, Benito Juárez (que la tiene hace 20 años) y Bolívar, entre otras localidades, Es decir, el municipio, “firma los cheques” pero la comisión controlaría o auditaría los gastos. La idea es que la tasa Red Vial se cobre y se deposite en una cuenta específica creada para este fin, y así se pueda auditar.

Para Reymundo, el tema caminos rurales está “descontrolado”, y así se llega a la situación crítica actual, que implica que, a causa de las lluvias, los caminos estén intransitables en parte porque no hubo un manejo inteligente y preventivo del escurrimiento del agua. Muchas de las alcantarillas, por ejemplo, están rotas o tapadas.

Otros temas tratados en la reunión fueron la importancia de nombrar a un director de caminos, la posibilidad de obtener créditos para la emergencia, la extensión de la ruta 50 y también la situación del Plan Maestro de la Cuenca del Salado.

Por otro lado, desde distintos municipios y entidades relacionadas con el agro insisten en que sigan las obras del río Salado. Así lo reflejó Carbap: “Es necesario que las obras que se están realizando en el Rio Salado se mantengan en ritmo apropiado por los próximos años para tratar de mitigar el impacto de estos eventos (lluvias por encima del promedio), que cada año se vuelven más frecuentes. La vida rural nuevamente está puesta a prueba, mucha gente al quedar aislada tuvo que mudarse a los centros urbanos, y varias escuelas rurales están cerradas momentáneamente ante la imposibilidad de asistir por parte de los alumnos y maestras”.