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Clarín – Buenos Aires – CABA – 12-12-2019 El productor agropecuario está con gran incertidumbre, sensación molesta y peligrosa, al congelar las decisiones de inversión en este sector de tanta relevancia para nuestro país.

Los costos aumentan en función del incremento de la cotización de la divisa, los ingresos van por el mismo camino, pero cuyas cotizaciones dependen del mercado internacional, así como de eventos climáticos mundiales.

El hombre de campo desarrolla tecnologías de alto impacto, buscando mejorar su rentabilidad y apuesta a operaciones de futuro para cubrir sus costos de la siembra futura.

La rentabilidad actual no dispone de margen para más impuestos, que liman la posible ganancia obtenida y destruyen la indispensable creación de riqueza de todo el país.
Con nuevo panorama político y la excusa del aumento en la cotización del dólar, es imaginable un incremento porcentual de retenciones relevante a los granos y la carne. Nada más dañino para toda la economía.

Con nuevo panorama político y la excusa del aumento en la cotización del dólar, es imaginable un incremento porcentual de retenciones relevante a los granos y la carne. Nada más dañino para toda la economía.

Los productores cuyo desarrollo económico es realizado como empresa unipersonal, afrontan la tasa máxima nominal del impuesto a las ganancias del 35% pues la tabla que lo determina alcanza ese porcentual luego de $ 600.000 gravados. La reforma tributaria vigente desde 2018 bendecida a las sociedades al disponer una reducción al 30% y desde 2020 al 25%, pero las PYMEs familiares no pueden gozar de esa franquicia por los retiros de fondos indispensables y el conjunto socio-empresa llega al 35%. Igualmente el nuevo gobierno piensa impulsar una eliminación de esta «ventaja fiscal».

Además la desvalorización de nuestra moneda lleva a distorsiones inaceptables siendo la tasa efectiva cercana al 50% en este tributo.

Se mantiene y tiende aumentarse la inseguridad jurídica, discriminación, inequidad, irracionabilidad y confiscatoriedad.

Si bien se permite ahora el ajuste por inflación impositivo luego de 27 años suspendido, sus condiciones producen distorsiones inaceptables. Fijar porcentuales mínimos dependiendo de los cierres de ejercicio. Llevan a que algunas empresas estén autorizadas a adecuar sus resultados y otras no.
El contador Santiago Saenz Valiente es especialista en tributos agropecuarios.

El contador Santiago Saenz Valiente es especialista en tributos agropecuarios.

El IVA continúa haciendo estragos con sus saldos técnicos favorables al contribuyente, siendo lejos de una ventaja un fuerte castigo de difícil solución. El productor debe buscar soluciones efectivas y urgentes para evitar que dicho crédito contra el Estado se le licue con rapidez.

La carga directa por el impuesto inmobiliario se viene incrementando fuertemente en la mayoría de los partidos y provincias. Se atenúa parcialmente en la persona humana el costo patrimonial al estar exento – solo por el momento – el inmueble rural en el impuesto sobre los Bienes Personales. Cuando el titular de la tierra sea una sociedad patrimonio integro contable afronta la tasa de 0,25%.

Se estaría preparando un incremento exponencial de este tributo llevando el porcentual general que grava a la totalidad de los bienes al 1,75%, naciendo una probable confiscatoriedad que deberá ser demostrada ante los estrados judiciales.

Es sabido que el impuesto patrimonial debería ser ínfimo y aplicarse con el único objetivo de controlar los incrementos de riqueza, que por su parte ya abonaron el impuesto a las ganancias.

Las temidas «retenciones» lejos están de la acepción otorgada. Cuando se retiene algo es temporario y el propietario espera su devolución, de lo contrario es una exacción que por sus características es un impuesto calificado por la propia Corte Suprema de Justicia. Se contemplan en el Código Aduanero como Derechos de Exportación. Así, debe cumplir con todos los requisitos constitucionales de Equidad, Capacidad Contributiva y legalidad.

Con nuevo panorama político y la excusa del aumento en la cotización del dólar, es imaginable un incremento porcentual relevante a los granos y la carne. Nada más dañino para toda la economía.

La recaudación es sencilla, y el impuesto es sensiblemente perjudicial. a) Productores con idéntica producción y venta tendrán costos absolutamente distintos según las distancias a los puertos, la tecnología aplicada, los rindes finales obtenidos y sus costos internos generales. b) Los ingresos obtenidos en un 100% son propiedad de la Nación. c) Su aplicación sobre las ventas reduce las bases de imposición para liquidar IVA y Ganancias, los 2 principales tributos que se coparticipan con las provincias donde casualmente se genera la producción. d) Está probado que se reduce el área sembrada con la sola versión y con ello habrá menos exportaciones futuras para nuestro país.

Las tasas porcentuales que se barajan son del 30% Soja, 20% Trigo y 15% Maíz.

Los productores siguen intentando lograr alguna rentabilidad razonable que lícitamente les pertenece, pero el Estado se lleva todos los esfuerzos de su trabajo diario permanente, la innovación y tecnología alcanzada.