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Economistas y empresarios del sector analizaron las posibilidades reales de eliminar los derechos a la exportación de la producción agropecuaria en Argentina.

¿Es posible un agro con retenciones cero?

En el Gran Rosario se encuentran los principales puertos de exportación de productos agroindustriales.

Los derechos de exportación (DEX) a los granos siguen siendo tema de debate y enfrentamiento entre el sector agropecuario y el gobierno nacional. Algunos sostienen que es imposible reducirlos y mucho menos eliminarlos mientras que otros aseguran es absolutamente factible hacerlo y además, paralelamente, aumentar la producción y la recaudación por otras vías.

Para analizar el tema, el Grupo Los Grobo, la Fundación para el Desarrollo Agropecuario de la Argentina (FADA) y MAUÁ organizaron una charla virtual bajo el título: “Retenciones cero: ¿cómo podrían implementarse? Posibles impactos y modelos” de la que participaron Roberto Bisang (economista, profesor del IIEP) y Agustín Tejeda (analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires) que fue moderada por Gustavo Grobocopatel (Grupo Los Grobo) y David Miazzo (economista Jefe de FADA).

Bisang sostuvo que en la actualidad se aplican derechos y restricciones a las exportaciones en base a supuestos del pasado, de los que describió los tres principales. “Se cree que los costos del agro están pesificados mientras sus ingresos son en dólares, pero cuando vemos la estructura de costos nos encontramos con que más de la mitad están dolarizados, ya sean los alquileres, los insumos importados y demás”, indicó el especialista. Por otro lado, “se pierde de vista que desde la genética del grano a la góndola hay una infinidad de pasos: ya no es el maíz, la harina de maíz, la polenta en casa, es un conjunto de pasos industriales con transformación o acondicionamiento que hacen que, al final del día, la parte relativa al sector primario en el precio total sea menos relevante de lo que el imaginario colectivo cree”, detalló. Por último, explicó, “está la creencia de que les ponemos un impuesto total no dicen nada, siguen sembrando igual, pero las estadísticas demuestran que en los últimos años empezó a funcionar más que en el pasado las reacciones de los agentes económicos agropecuarios y agroindustriales al sistema de precios”, dijo.

“A medida que fueron aumentando los DEX y las restricciones a las exportaciones, fue disminuyendo la tasa de crecimiento de la superficie sembrada en Argentina”, señaló Tejeda. “Si eliminamos gradualmente los DEX, vemos que el sector rápidamente podría responder con un mayor incremento de la producción y de las exportaciones. Si las políticas quedan como están, apenas creceríamos un 5%”, afirmó el economista.

Por su parte, Miazzo aseguró que «la eliminación gradual de los DEX tiene un impacto directo en la actividad económica, la visión y la vida de los pueblos y ciudades del interior productivo«, y consideró “llamativa la falta de apoyo enérgico de la ciudadanía en general y los actores políticos del interior en particular, sobre la baja o eliminación de los derechos de exportación ya que son las provincias las que ponen y luego no reciben”, manifestó. En este sentido, FADA realizó dos informes para zonas de Buenos Aires y Córdoba que demuestran cuánto pierden las regiones por los DEX y todo lo que se podría hacer con ese dinero.

Durante la charla, los participantes se preguntaron “dónde se cranean las propuestas hacia un esquema superador”. Al respecto, Bisang opinó que “hay muy pocos ámbitos institucionales en Argentina para un esfuerzo de este tipo”. “Si pensamos en el sistema académico, es prácticamente imposible. Si pensamos en el sistema de ONGs, es muy difícil encontrar alguna a largo plazo para hacer una puesta de este tipo. Y si lo pensamos en el sector público, está absolutamente desmembrado. Cualquiera debe haber escuchado 10, 20, 30 planes en los últimos 5 años, incongruentes entre sí y todos hechos desde una visión parcial; el ámbito de discusión está faltando”, señaló el economista.

En ese sentido, Miazzo expresó: “Es nuestra responsabilidad poner los faros largos para mostrarle a la sociedad que realmente queremos más desarrollo, más empleo genuino, mejor calidad de vida. demostrar que reducir los DEX es una herramienta para lograr todo eso, no es reducir por reducir sino en pos del bien general”.

Según Grobocopatel, el sector de la producción agroindustrial “ha fallado en crear propuestas integradoras y en la construcción del puente de cómo esto se puede hacer para lograr el equilibrio general que dicen los economistas”. «Nos queda como tarea para el hogar decir «retenciones cero», pero, con ingenio, armar un diseño para que eso ocurra y sea algo positivo para la toda la sociedad. No solo para el sector agropecuario”, concluyó el empresario.