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En el marco de una jornada a campo organizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), para visibilizar planteos ganaderos sustentables, Bichos de Campo visitó a la Estancia Santa Cecilia, ubicada al sur de la provincia de Misiones. Con más de 7500 hectáreas, esta explotación logró combinar la producción de Angus con la protección de pastizales naturales y la producción de pinos y eucaliptos. Desde hace cinco años realizan un manejo holístico integral y apuntan a tener medido su secuestro de carbono en suelo en el mediano plazo.

“Nosotros siempre intentamos hacer las cosas cuidando el ambiente porque es nuestra tierra, nuestro suelo y vivimos acá. Pero después hice un curso de manejo holístico en el Instituto Savory y me dieron muchas herramientas para ser también más productivo. Ahora producimos ganadería y forestaciones, combinadas en sistemas silvopastoriles”, dijo Carlos Navajas, dueño de Santa Cecilia.

 

El compromiso de esta explotación es mantener no menos de un 50% de la superficie bajo pastizales naturales, permitiendo que el suelo no pierda materia orgánica sino que, por el contrario, la acumule.

“Y decimos el 50% del campo para hacer eso porque queremos mantener la biodiversidad que hay en los pastizales. Lo podríamos hacer en todo el campo pero económicamente la forestación con pasturas es más atractivo”, señaló Navajas, quien además detenta el cargo de presidente de la Sociedad Rural de Misiones.

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Uno de los puntos clave para lograr este objetivo es el tiempo de descanso que se le ofrece a cada pastura. Para eso se mantiene la distribución de un animal cada dos hectáreas, lo que ayuda a que el pasto crezca, semilla y renueve sus raíces constantemente.

“Si yo tengo un pasto que no dejé crecer lo suficiente tiene raíces muy pobres. Si viene una helada o una sequía, me mata la plata y genera suelo descubierto. Ese suele se puede lavar luego si cae una lluvia y se produce una desertificación en el campo, donde perdemos en biodiversidad y producción”, explicó el ganadero.

Y a continuación agregó: “Mucha gente piensa que la ganadería es la mala de la película, que la vaca es mala para el ambiente, y lo que yo digo es que la vaca no es mala dependiendo como se produzca. Si yo acá en vez de tener una vaca cada dos hectáreas, tengo cinco vacas por hectárea, ellas van a comer el pasto, la planta no hará raíces y quedará muy expuesta al clima”.

Santa Cecilia forma parte además de la Alianza del Pastizal, una iniciativa que brega por por la conservación de los pastizales del Cono Sur de Sudamérica.

-¿Qué implica eso para ustedes? ¿Les genere algún tipo de valor agregado en la producción?- le preguntamos a Navajas.

-Sí, genera valor agregado en lo que respecta a la venta de novillos gordos. Hoy tenemos un precio que se forma por el índice del Mercado de Liniers de ese día, más un 2%. Eso nos garantiza un muy buen precio y hace que a mí me incentive seguir cuidando el pastizal natural. Si yo no tengo un valor extra en mis pastizales es difícil que podamos mantenerlos. El productor hace lo que puede. Si quieren comer carne sustentable y amigable con el ambiente hay que pagarla más, si no es imposible.

-De hecho ustedes venden carne dentro del programa Huella Natural de la cadena de supermercados Carrefour.

-Claro. Se vende ahí y ellos tienen un convenio con la Alianza del Pastizal que certifica que nuestra producción es amigable con el medioambiente.

-Otro incentivo para cuidar al pastizal puede venir de la mano de los bonos de carbono. ¿Cómo ves ese proceso?

-Siempre fue un sueño la venta de bonos de carbono. Se hablaba y nunca iniciaba. Hoy la verdad es que hay gente que contamina y tiene que comprar bonos, o hay gente que solo quiere comprarlos. Hay mucha demanda pero no hay oferta. Hoy no existen suficientes campos en Argentina que puedan  garantizar que están capturando carbono en suelo. En eso hay que trabajar, porque es un proceso lento que como mínimo tarda cuatro años.

-En Santa Cecilia si ya están mediciones. ¿Tenés los primeros números?

-Tenemos los primeros números que se hicieron ahora hace dos meses, y esperamos seguir haciendo un buen manejo para capturar el carbono que creemos que debemos capturar. Recién en cuatro año sabremos con seguridad si capturamos o no.

-Este proceso de venta de bonos pareciera que llegó para quedarse, ¿lo ves así?

-Sí. Es inviable que nosotros queramos un mundo sin gases de efecto invernadero, en el cual podamos viajar a todo el mundo, en el cual podamos tener aire acondicionado, y que luego le tiremos todo los parques nacionales o al productor. Es imposible. Si queremos vivir en el ambiente en el que queremos vivir, hay que pagarlo. Creo que eso vino para quedarse.

-¿Crees que el manejo que vos planteas acá se puede extrapolar a otras partes de Argentina? ¿Los productores pueden adoptar esto?

-Creo que al productor le va a costar pero lo va a adoptar rápido. También creo que a la gente común le va a costar mucho creerlo. Por eso jornadas como estas son importantes. Yo no estoy intentando convencerte de algo sino que veas lo que yo veo. Después tomarás tus propias decisiones. Estoy seguro que si anduviste por el campo y viste cosas que no te gustaron, y de pronto llegas acá y ves un pastizal y vacas mansas que no molestan, algo te habré convencido.