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Ligado al gobernador formoseño, el titular de Agricultura, Luis Basterra, que quedó al margen de la ola de renuncias, cultivó un perfil ambiguo como funcionario

El ministro de Agricultura, Luis Basterra
El ministro de Agricultura, Luis Basterra

En medio del cimbronazo que atraviesa el Gobierno por la disputa entre el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner tras la derrota en las PASO que derivó en el anuncio de salida del Gobierno de funcionarios ligados a la vicepresidenta, hay un ministro que flota desde el comienzo de la gestión: Luis Basterra. Chaqueño de nacimiento, formoseño por elección, quien es ministro de Agricultura es un hombre del gobernador Gildo Insfrán que por estas horas no está en el radar de los cruces en el oficialismo.

En realidad, este funcionario, que fue ministro de Producción y Ambiente en Formosa, además de vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y diputado nacional, viene con un perfil de segundo plano desde el inicio de su gestión. Llegó al cargo con un trasfondo más político relegando a quien parecía hombre puesto para ese lugar: Gabriel Delgado, exsecretario de Agricultura durante el gobierno de Cristina Kirchner y con una impronta más técnica.

Salvo algunas entrevistas y contactos puntuales con la prensa, el ministro no ha cultivado las conferencias de prensa incluso pese al reclamo de agrupaciones de periodistas agropecuarios. Dicen que es una orden desde esferas más altas del Gobierno. Otros sostienen que es por su propia decisión.

Esta posición en el Gobierno lo ha hecho espectador de algunas decisiones relevantes que se tomaron. Un caso, el intento de expropiación de Vicentin que no pasó por su despacho. También ocurrió algo similar con el reciente cepo a la carne. Para los temas relevantes, su Ministerio ha quedado pendiente de lo que se decide en el área de Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo. A Basterra le queda el rol de acompañar.

Vegetariano no exclusivo, porque como han reflejado en su entorno suele comer un choripán si alguien se lo acerca en campaña, tiene laderos que reflejan la composición del Gobierno.

Jorge Solmi, exvicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA) y ahora secretario de Agricultura, responde al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Diana Guillén, expresidenta del Senasa a quien muchos señalan como “la voz cantante” en reuniones clave, posee terminales que llegan hasta el Instituto Patria. Guillén prologó el libro -también lo hizo Juan Grabois- “Las 50 sombras del agro”, de María Rizzo y Matías Strasorier, que apunta a una mirada desde lo productivo sobre el gobierno de Mauricio Macri.

Ante los reclamos del campo, Basterra se dedicó a contener, tratar de que no se desborden los conflictos. De hecho, eso buscó por ejemplo hacer cuando a comienzos de año se desató un conflicto por un cierre temporal de exportaciones de maíz. El campo hizo un paro y luego Basterra reabrió las ventas al exterior.

Con los temas claves decidiéndose en otras oficinas, como la de Kulfas, Agricultura se recostó más sobre los temas que no generen complicaciones políticas. Prueba de ello es una frondosa dedicación más a temas de agricultura familiar antes que a los aspectos más espinosos como los que pueda plantear la Mesa de Enlace.

Para no comprometer una decisión, no tomada en su oficina, que adelante que el Gobierno iba a extender el cepo a la carne hasta el 31 de octubre próximo, el ministro se puso en los días previos a repetir que era algo en permanentes análisis.

En el gobierno de Mauricio Macri, con Ricardo Buryaile como ministro de Agroindustria se sacó un busto de Néstor Kirchner que estaba en un patio interno de esa cartera. Basterra el año pasado lo ordenó restablecer.

Incorporó como asesor a Eduardo Barcesat, un abogado que defendió a actores del kirchnerismo en diferentes causas.

El año pasado lo frecuentaba regularmente al ministro, según dicen para hablar de política, el extitular de Agricultura Julián Domínguez, el hombre que Cristina Kirchner puso en 2009 en ese lugar para encauzar el vínculo con el campo.

Domínguez hizo una irrupción pública hace poco en el seminario Experiencia IDEA Agroindustria. Algunos comenzaron a especular que podría ser un eventual reemplazo de Basterra en un determinado momento.