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La titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, señaló que el Gobierno “está tratando de armonizar las buenas noticias en materia de precios internacionales con el cuidado de los intereses de los argentinos”. Afirmó, luego de participar en la reunión de Gabinete Económico, que “se está llegando a un acuerdo muy dialogado con el sector de la carne”.

Este domingo se cumple el plazo de 30 días que había fijado el Poder Ejecutivo de la medida que frenó la exportación de carne. Durante ese tiempo y tras intensas negociaciones se intentó “reordenar” el mercado ganadero, según lo manifestó Alberto Fernández cuando decidió llevar adelante la medida.

El Gobierno tiene como objetivo y considera posible alcanzar un acuerdo con exportadores y frigoríficos que atienden el mercado interno para garantizar el abastecimiento de una decena de cortes populares a precios accesibles. El punto que genera mayor controversia es que, más allá del compromiso que asuman los privados, el Gobierno se plantó en fijar cupos de exportación para asegurar que esos diez cortes estén disponibles para los consumidores de todo el país.

Hay un consenso general en la industria exportadora para que, de acuerdo a una propuesta del Gobierno, durante lo que queda de junio y julio se embarque un 50 por ciento de los despachos. Quedaría afuera de ese límite la carne de faena kosher a Israel y las cuotas Hilton y 481 de carne a Europa y la cuota a Estados Unidos, que tiene 20.000 toneladas. De esta manera, si bien habrá un recorte al 50 por ciento, sumando las distintas cuotas el porcentaje final autorizado podría estar bastante más arriba, superando el 60 por ciento. La aplicación de este mecanismo correría por cuenta de la misma industria exportadora.

Con esto se podría retomar las exportaciones en un momento donde China está consolidado como el mayor comprador de carne del país, aunque de una vaca que ya cumplió su ciclo productivo y cuya carne no es de consumo masivo local. China representa el 75 por ciento de las compras.

También, en las próximas horas, se aguarda el lanzamiento del Plan Ganadero. En esta línea que tiene el gobierno de intentar reanudar la exportación pero cuidando el mercado interno, Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, adelantó que el objetivo es aumentar la producción a cinco millones de toneladas anuales para poder vender al exterior y mantener el abastecimiento del mercado interno.

“Estamos en la recta final de un conjunto de medidas que incluyen un acuerdo con el sector de la carne, donde el objetivo es garantizar que la mesa de los argentinos esté abastecida y que el negocio exportador pueda continuar”, señaló Kulfas.

A través del Plan Ganadero, que consiste en un paquete de medidas, se les propondrá a los pequeños productores un tratamiento fiscal diferenciado que incluirá beneficios impositivos y créditos subsidiados. Además se brindará apoyo para mejorar las condiciones de infraestructura básica para el manejo de rodeo, el acceso al agua, la sanidad y la implementación de biotecnología reproductiva.

Ahora bien, si bien se cree que se llegará a un acuerdo entre el Gobierno y los exportadores, todavía hay dudas en cuanto a otras cuestiones. Estas son, el aumento del peso mínimo de faena, la posibilidad de que se apliquen permisos de exportación e incluso un aumento de retenciones, que por el momento se mantienen en un 9 por ciento.

Las disputas en torno a cómo reorganizar al mercado ganadero de las últimas semanas fueron múltiples y variadas. El Gobierno tiene como horizonte lograr una armonía entre el control de precios en el mercado interno para las distintas carnes y, en especial, para la vacuna y, a su vez, encontrar un mecanismo que permita al país y al sector ganadero aprovechar la demanda de carne que representa China.