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Se trata de un fideicomiso que estará integrado con el 60% de la recaudación del Impuesto Inmobiliario Rural. Los productores participarán de su administración.

portes al Fideicomiso para el Desarrollo Agropecuario. Con ese nombre y bajo el número 703, así es como figura en el proyecto de Presupuesto 2020 del Gobierno de Córdoba la partida que incorpora una herramienta que promete dar un giro de 180 grados en la forma en que se administran y ejecutan las obras públicas para el campo.

La dio a conocer el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, al presentar el pasado martes la pauta de ingresos y gastos prevista para el año próximo. En concreto, es un fondo fiduciario que será administrado por el Banco de Córdoba y que se nutrirá con 60 por ciento de la recaudación del Impuesto Inmobiliario Rural (IIR).

Es decir, que de cada 10 pesos que pague un productor en el cedulón, seis se girarán automáticamente a este fideicomiso que reemplazará a los fondos específicos que se venían abonando y cuya recaudación se destinaba a obras en caminos rurales, canales y conservación de suelos.

Según Giordano, uno de los grandes avances que implica este cambio es que los recursos “tendrán una asignación transparente, con mayor control de todos los involucrados”. Se refirió en ese sentido a que las entidades ruralistas tendrán una silla en el directorio del fideicomiso, y en la que tendrán participación en la decisión de los proyectos de infraestructura que se financiarán.

Además, al ser dinero “intangible”, ya que al salir de rentas generales el Estado no podrá disponer, los productores tendrán la posibilidad de auditar las cuentas. Era uno de los viejos reclamos de la dirigencia rural, ya que consideraban que los recursos aportados a los fondos específicos no se ejecutaban en su totalidad.

En el presupuesto, el fideicomiso figura con recursos afectados por 4.800 millones de pesos. Ese es el flujo que, se estima, aportará el giro automático del 60 por ciento de la recaudación del IIR.

Mesa de decisiones

El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Gabriel de Raedemaeker, consideró a esta novedad “un salto de calidad y un logro gremial sin precedentes”.

“En los últimos años, veníamos insistiendo en la necesidad de tener más capacidad de gestión, de poder ayudar a perfeccionar y eficientizar el destino y uso de los recursos económicos. Ahora nos devolvieron la pelota y es algo que levanta la vara en nuestra actividad, porque nos vamos a tener que poner de acuerdo. No vamos a ser factores determinantes, pero sí una voz con posibilidades de decisión”, valoró.

Si bien todavía no está definido cómo se formará el directorio del fideicomiso, sí está confirmado que la Mesa de Enlace de Córdoba será una de las integrantes. Los otros espacios serán ocupados por el Banco de Córdoba y representantes del Gobierno provincial, entre los que estarían los ministerios de Agricultura y Ganadería, de Obras Públicas y Financiamiento, y de Servicios Públicos.

Para De Raedemaeker, las obras se decidirán en función de las propuestas y reclamos que tenga la Provincia, y lo que aporten las bases rurales. “Es una potenciación de la actividad público-privada. A través de la red de cada filial, de cada cooperativa y de cada sociedad rural en el territorio se van a sumar agentes que podrán trasladar inquietudes y serán ojos para controlar la ejecución de los proyectos. En cada productor tendremos un veedor, un inspector”, continuó el dirigente.

También subrayó que, en caso de que no se ejecuten proyectos por la totalidad del financiamiento, el dinero que eventualmente sobre en un año pasará a formar parte del fondeo del año siguiente, y no volverá a rentas generales, como ocurre en la actualidad.

En este contexto, el titular de Cartez también hizo foco en otras potencialidades que tiene este fideicomiso para potenciar el desarrollo del campo cordobés. Sostuvo que hay obras que necesitan financiamiento de largo plazo y esta herramienta puede funcionar como una garantía para obtener un crédito internacional. O también para abaratar tasas si se impulsara un seguro multirriesgo. “Es un primer paso muy importante que pueden ir enriqueciendo la actividad. Por eso lo considero un salto de calidad sin precedentes”, concluyó.