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El mes pasado los precios minoristas de la carne vacuna experimentaron un alza considerable a causa de la restricción de oferta de hacienda presente en el mercado argentino.

En el último año, según los últimos datos publicados hoy por el Indec, la “canasta cárnica vacuna” mostró una inflación interanual del 87,2% versus un 47,2 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires (CABA-GBA).

De todos los cortes vacunos relevados por el Indec, el que más subió en el último año fue el asado con un ajuste del 106%, mientras que a variación del cuadril fue del 86%, de la nalga del 84%, de la paleta del 81% y de la carne picada del 77%.

Para intentar contener ese proceso, el presidente Alberto Fernández el pasado 20 de mayo ordenó cerrar por el término de 30 días las exportaciones de carne vacuna destinadas a China, aunque la mayor parte de los cortes enviados a ese mercado corresponden a productos provenientes de vacas de descarte que no se consumen en el mercado argentino.

Luego de registrar un retraso importante en buena parte de 2020 y comienzos de este año, los productos de la “canasta láctea” finalmente comenzaron a acercarse al promedio de la inflación de alimentos con un ajuste interanual del 50,8% en mayo pasado, el cual estuvo liderado claramente por los quesos, mientras que los demás productos (leche fresca y en polvo, manteca, yogur y dulce de leche) están bastante más retrasados al estar comprendidos en el programa oficial de “Precios Cuidados”.

El pollo entero registró un ajuste interanual del 61% –bastante superior al promedio gracias al efecto arrastre promovido por la carne vacuna–, mientras que los huevos, en cambio, están en problemas con un ajuste de apenas el 18%; este último está virtualmente “encarcelado” en el programa de “Precios Cuidados” y no tiene manera de compensar pérdida de ingresos con productos alternativos.

La “canasta farinácea” sigue siendo la más comprometida por el programa oficial de precios máximos con un ajuste promedio interanual del 29,6%, aunque con situaciones divergentes,

El paquete de harina de trigo prácticamente no se movió en el último año (+12%), mientras que los fideos secos ajustaron un 17%, las galletitas un 19%, el pan de mesa un 32% y el pan francés un 51%.