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Siempre surge el mismo chiste malo: no puede ser que la directora nacional de sanidad animal se llame Ximena Melón.

Más allá de la humorada, Melón firmó la Disposición 360/2021, que fue publicada este lunes en el Boletín Oficial y establece nuevas medidas para prevenir el posible ingreso de la Peste Porcina Clásica en el país, que está considerado libre de esa enfermedad de los cerdos. También de la temible Peste Porcina Africana, que ya ha ingresado en territorio americano con dos casos en República Dominicana y Haití.

Lo que dispuso el Senasa es que a partir de ahora habrá que cocinarle la comida a los cerdos.

“Cuando la alimentación de animales de la especie porcina, o parte de ella, se realice con desechos de comidas de restaurantes, subproductos de carnicerías, mataderos, industrias cárnicas o lácteas u otros desechos de productos o subproductos alimenticios de origen animal, los restos involucrados deberán ser sometidos a un proceso térmico que garantice los siguientes parámetros”, dice el primer artículo de la disposición firmada por Melón.

La cocción deberá hacerse a una temperatura mínima de 90°C durante por lo menos 60 minutos, agitándolos continuamente o a una temperatura mínima de 121°C  durante al menos 10 minutos.

La normativa de Senasa invitó a los gobiernos provinciales, municipales y departamentales a desarrollar acciones para que esta práctica se generalice. Y avisó de posibles infracciones.

La medida de cocinar las raciones para cerdos se enmarca, explica la funcionaria, dentro de la solicitud de reconocimiento oficial de la Argentina como País Libre de Peste Porcina Clásica por parte de la OIE, el organismo veterinario internacional. La OIE solicitó a través de un informe elaborado por un grupo de expertos, que se establezca una regulación oficial sobre el tratamiento térmico de los residuos y desperdicios utilizados para la alimentación de cerdos”.

Pero el procedimiento que se piensa aplicar ahora, con los tiempos y temperaturas adecuadas, también será útil para la inactivación del virus de la peste porcina africana en los desperdicios.

Desde 2006 una resolución oficial de la Secretaría de Agricultura establecía que “cuando la alimentación de los porcinos, o parte de ella se realice con desechos de comidas de restaurantes o panificadoras, subproductos de carnicerías, mataderos, industrias cárnicas o lácteas u otros desechos de origen animal, éstos deben ser sometidos a un proceso térmico  que garantice la ausencia de agentes patógenos”. Pero esa norma no establecía “parámetros concretos de tiempo ni temperaturas para dicho tratamiento”.