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Las exportaciones de carne argentina tuvieron una leve reactivación tras los anuncios del Gobierno nacional, pero cerrarán el año con una caída en el ingreso de divisas de 450 millones de dólares. Según estimaciones públicas y privadas, el volumen de exportaciones finalizará en 770.000 toneladas, por debajo de las 920.000 toneladas récord exportadas en 2020. China, el principal importador de carnes a nivel mundial, mantiene las restricciones a Brasil a partir de la detección de dos casos de vaca loca y esta situación es aprovechada por exportadores como Uruguay.

En Argentina, la liberación de cupos de vaca con destino a China tendrá un impacto moderado en el último tramo del año. En las últimas semanas, el ministerio de Agricultura habilitó cuotas mensuales de 50 a 100 toneladas para los frigoríficos exportadores, situación que recompuso la cotización de la vaca conserva y manufactura en el Mercado de Liniers.

Los consignatarios calcularon que a partir de la flexibilización del cupo, su cotización podrá aumentar hasta un 20%, impulsada por una menor disponibilidad de animales en esta época del año. En un lapso de 20 días, las cotizaciones de la vaca pasaron de un techo de $135 a $155, según estadísticas de ese mercado concentrador. El acuerdo alcanzará a 140.000 vacas conserva de las categorías D y E y permitirá volcar 21.538 toneladas adicionales a la exportaciones, según cálculos oficiales.

Francisco Ravetti, analista ganadero de la Consultora AZ Group, señaló que el cierre temporal de las compras a Brasil por parte de China representa una gran oportunidad para sus competidores. «Uruguay capitalizó la situación y exportó un 35% por encima del año pasado», calculó. En este contexto, en ese país aumentó el volumen de faena de vacas y es uno de los pocos jugadores del negocio exportador que puede acreditar una mejora en los despachos con destino a Europa. A diferencia de Argentina, la matriz del negocio ganadero uruguayo se apoya en la exportación, con solo un pequeño porcentaje de la producción que se vuelca al consumo local.

Para Brasil, principal exportador a nivel mundial, las restricciones chinas impactaron de lleno en el volumen de despachos. Según datos de la Secretaría de Comercio Exterior brasileña, las exportaciones de carne cayeron un 43% en relación al mes anterior. Tras un comienzo de año flojo, las ventas del vecino país repuntaron y registraron cifras excepcionales en agosto y septiembre.

El Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) estimó que el gigante asiático redujo un 17% las importaciones de todas las carnes. Pese a este escenario, las proyecciones para la demanda china en 2022 son favorables.