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Aceitera General Deheza, la empresa agroindustrial cordobesa de la familia Urquía, presentó en el Congreso CREA a “Experta” un nuevo producto de su área de servicios tecnológicos, con “el objetivo de aumentar la productividad del productor y optimizar la inversión cuidando el suelo”, expresaron desde la firma.

Sebastián Storti, responsable del Área Experta Servicios Tecnológicos de AGD afirmó: “ahora damos un nuevo paso, evolucionamos y lo acompañamos con la presentación de “Experta” el área de servicios tecnológicos. Fuimos pioneros en brindar servicios de agricultura de precisión desarrollando tecnología para el campo, por eso afirmamos que lo que hoy brinda AGD es una agricultura experta 360 acompañando al productor en todo el ciclo”.

“Experta” ofrece al productor tres planes: estándar, premium y full agro y es la forma en como los cordobeses quieren sumarse al club de la agricultura digital. Su fuerte hasta ahora era su laboratorio de análisis de suelos, al que ellos consideran “el laboratorio agroindustrial más importante de Argentina”, donde llegaron a analizar 35.000 muestras anuales el año pasado que llegan desde su red de acopios.

“Se hace un relevamiento del lote con sensores de electro conductividad y luego hace un muestreo intensivo del lote para generar un diagnóstico, en ese muestro de intensivo. AGD tiene un laboratorio propio donde llegan las muestras y se hacen más de 20 determinaciones por muestras químicas y físicas, donde no dan un pantallazo general del estado, del lote, del productor y de la variabilidad que tiene ese lote”, explicó Storti. “Con esa info hoy tenemos especialistas, ingenieros agrónomos y plataformas de análisis de datos donde podemos empezar a trabajar y junto con el productor y el asesor del productor, finalmente llegar a una prescripción de insumo variable”.

– ¿Y cómo ven la adopción de la tecnología? ¿Se anima el productor a romper esa barrera?

– Nosotros hace muchos años que estamos y hemos pasado por todas las etapas, que eso es parte del conocimiento. AGD se inició con esto en el 2005, ahí se da la gran explosión (en la adopción de la tecnología). Vemos que el productor ha comenzado a invertir mucho en campo, mucho en maquinaria, en tecnologías y hoy la mayoría de las sembradoras o herramientas que compran vienen con la tecnología necesaria para ser insumo variable. Si uno mira todo el proceso, se ve más simple y fácil. Antes a lo mejor era muy fácil o muy simple generar el diagnóstico, la información de campo, pero después había una barrera en llevarlo a la práctica. No funcionaba, no había señal de GPS, el productor lo cargaba mal o no, o no se daba cuenta de alguna alerta. Y hoy el productor también cambió. Ya hay una generación está mucho más práctica o con más conocimiento. La tecnología lo ha ayudado y es más simple que pueda llevar esto a campo para usarlo.

– Me imagino que ahora lo que realmente sirve es que le productor vea un beneficio corto plazo que tiene que ver con lo monetario. “Muy linda la tecnología, que lindo el chiche” pero tiene que cerrar esa ecuación económica.

– Si, eso es clave. El productor tiene que ver que sea rentable. Todos hablamos de sustentabilidad, sostenibilidad, del ambiente, del recurso suelo. Pero bueno, si no es rentable por ahí es muy difícil hacerlo. Hoy ya hay mucha información generada y publicada, por las empresas, por otros productores, que le dan al productor conocimiento de cuántos dólares puede llegar a ganar o ahorrarse por hacer agricultura digital. Hoy también instituciones como CREA son generadores de esa información, el INTA. 

Desde AGD atienden a 4.500 clientes, de los cuales más de 1.000 productores utilizan distintos tipos de servicios tecnológicos. El más amplio de los que ofrecen es Full Agro, que es único en su tipo, con un seguimiento del suelo que llega hasta los cuatro años. En el primer año se realiza el diagnóstico, que le permite al productor acceder a un seguimiento del estudio de su suelo, sabiendo cuales nutrientes y fertilizantes debe colocar minimizando los costos. Luego se realiza la prescripción con atención personalizada, y su posterior servicio de aplicación, y por último el seguimiento y acompañamiento del cliente que establece un contacto continuo con el equipo de Experta.